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Frente a él había un enorme lago.

El lago era increíblemente ancho e insondablemente profundo.

Sin embargo, a diferencia de los lagos normales, este lago estaba lleno de una luz sagrada.

De vez en cuando podía ver peces dorados saltando sobre el agua, y combinado con las hermosas Hadas jugando, esto creaba una hermosa escena.

Era como si estuviera en un país de las maravillas de las hadas.

En el centro del lago, había un árbol dorado, con frutos dorados creciendo en él.

Los frutos eran dorados y tenían marcas misteriosas en ellos, haciéndolos parecer bastante profundos.

"Esto... Esto es..."

Al ver esta escena, el padre de mediana edad se quedó estupefacto.

Al mirar esta escena, sintió una sensación de familiaridad.

"Un árbol dorado, hadas y un lago..."

De pie allí, pareció pensar en algo y su corazón latió con fuerza.

Pensando allí, miró debajo del árbol dorado.

Una figura estaba parada allí, de espaldas a él y mirando el árbol dorado, murmurando para sí mismos.

"¡La Santa Madre!"

El padre de mediana edad finalmente se dio cuenta de algo.

¿No era este el Parque Dorado de la Santa Madre de las leyendas?

En otras palabras, este era el reino sagrado legendario.

En ese caso, la persona debajo del árbol dorado...

Pensando allí, el corazón del padre de mediana edad saltó mientras se dirigía rápidamente hacia adelante.

Como si el país de las maravillas percibiera sus pensamientos, un puente sin forma apareció sobre el lago.

En el lago, una luz dorada brilló, luciendo llamativa y hermosa.

El padre de mediana edad se llenó de reverencia mientras caminaba lentamente por el puente.

Mientras se movía, oleadas de información aparecieron en su mente. Esas eran todas historias del pasado, como epopeyas de cómo la Santa Madre había salvado al mundo.

Caminando sobre el puente dorado y sintiendo esa información en su mente, los ojos del padre de mediana edad se llenaron de lágrimas y no pudo evitar sollozar, sintiéndose increíblemente conmovido.

"Todopoderosa y misericordiosa Santa Madre..." murmuró mientras comenzaba a moverse más rápido.

La figura pareció sentir que se acercaba y se giró lentamente, mirando hacia el puente dorado.

Después de esto, se reveló la apariencia de la figura.

Mientras el Padre de mediana edad miraba, era un niño.

El chico tenía unos 15 o 16 años, pero sus rasgos eran asombrosamente guapos y encantadores.

Llevaba una túnica blanca pura, que estaba cubierta con inscripciones. Emitía un aura santa y digna que nadie podría olvidar.

Lo que no podía pasarse por alto eran sus pupilas, que eran de un color dorado, pareciendo las de un dios.

"Santa Madre..."

Mirando al niño, el padre de mediana edad se detuvo y miró en estado de shock.

Según las leyendas, quien debería haber aparecido bajo el árbol dorado debería haber sido la Santa Madre.

Simulador de fantasia (Parte 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora