Carta 5

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Fecha: 24/02/22

Querido x:

Hoy no amanecí muy bien que digamos, aunque me levante temprano para ir a mi trabajo, ni siquiera pude desayunarme porque lo vomite todo sin haber comido nada apenas.

No tengo como describirte lo mal que me sentí, pero a las 10 de la mañana ya me sentía mejor y me fui. Tengo que admitir que luego en el almuerzo tenía miedo a comer y que fuera a devolverlo todo, lo peor de todo es que tenía clase y debía coger hacia allá inmediatamente saliera del trabajo.

Estando allá cogiendo clase ni siquiera podía beber agua y no sentir asco, así que tuve que comprar una bebida hidrante pero que no fuera fuerte. Al final a mitad de clase tuve que salir y solo pensaba que no iba a soportar mucho, pues empecé a sentir asco nuevamente, pero ahí en el pasillo recostada de la pared con los ojos cerrado y la cabeza inclinada sentí que alguien estaba delante de mí no tenía que adivinar ni romperme la cabeza mucho porque inmediatamente te hiciste notar diciéndome: ¿te pasa algo? Sonreí un poco débil y te conté todo lo me pasaba.

Me enamoré de tu caballerosidad y tu manera de resolver el problema te ofreciste de una vez a llevarme a casa y eso me pareció tan bonito y reconocí en mis adentros que muy pocas personas han hecho esto por mí.

Pero sabes no quise que me llevaras porque no quería que me vieras así y menos que me vieras vomitando con lo mal que me sentía, esa fue la razón por la que no acepte.

En la noche no dejaste de preguntar si ya me sentía mejor y hasta que no te di una respuesta afirmativa no dejaste de escribirme y eso siempre te lo voy a agradecer por tu preocupación. Hablamos un rato mas y luego nos despedimos porque ambos trabajamos y hay que acostarse temprano pero te puedo asegurar que ese día me acosté con una sonrisa en el rostro y ni te imaginas en quien me quede pensando.

Mi querido golpeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora