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CAP 129 y 130

***Este capitulo esta dedicado a
pundy097💜***

[129]

* * *

El anillo que llevaba puesto tenía veneno paralizante en el interior. Como el abanico, era un producto de defensa personal que hice para protegerme. Usarlo para derrotar al sacerdote que nos perseguía estaba bien, pero surgió otro problema. Los sacerdotes que se dieron cuenta de que yo había desaparecido salieron a buscarme. Y de paso, se encontraron a un sacerdote paralizado y colapsado, lo que empeoró aún más la situación.

"¡No pudo haber escapado muy lejos!"

"¡Encuéntrenlos!"

Me escondí con el niño en la habitación secreta que el niño me había informado y escuché la situación afuera. Podía escuchar a los sacerdotes moviéndose afanosamente. ¿Cuánto tiempo ha pasado? Estaba tranquilo afuera. Miré afuera a través de la rendija de la puerta. No había nadie a la vista, parece que todos se habían ido. Puedo huir ahora.

"Vamos."

Cuando extendí mi mano, el niño vino a tomar mi mano mansamente, a diferencia de antes. Los ojos que me miraban fijamente no vacilaron en absoluto. Parece que finalmente me he ganado su confianza. Fue una suerte. Tomé al niño y salí de la habitación secreta. Como puede ver, el pasillo estaba en silencio. Un poco más lejos, estaba el salón abierto.

'Tengo que reunirme con el Barón Delrond.'

Después de eso, debo abandonar el templo inmediatamente. No seria fácil, pero tenía que hacerlo. en el momento en que empece a dar unos pasos cuidadosos hacia el salón abierto.

"¡...!"

Alguien salió de detrás de la esquina. Alguien de cabello rojo corto. Era la Sacerdotisa Adrina. Me sorprendí al verla, pero sorprendida al verme, ella también se detuvo. La sacerdotisa Adrina, que miraba fijamente mi rostro, miró al niño que sostenía mi mano. Los ojos de color marrón rojizo oscuro revolotearon. Me prepare para usar el anillo de veneno paralizante en cualquier momento. Incluso si la vida no se viera afectada, no quería usarla tanto, porque no dejaba de ser veneno, pero no tenía otra opción. La Sacerdotisa Adrina, quien miró al niño conmigo por un momento, cerró los ojos y gritó con fuerza​​.

"¡Aquí no hay nadie!"

Y rápidamente nos pasó de largo.

'Justo ahora, ¿fingió no vernos? ¿Por qué? ¿Podría ser a cambio del pañuelo que le di antes?'

Me daba curiosidad, pero de cualquier forma era una suerte para mí.

"Vamonos."

Cogí al niño y me dirigí de nuevo al pasillo libre. Después de eso fue fácil. No me encontré con ningún sacerdote hasta que llegué al salón abierto.

"¡Ahí está!"

Temiendo ser relevados, los sacerdotes aparecieron por detrás. Sin embargo, donde estoy ahora era una sala abierta. Como hay demasiados ojos viéndonos, no podrán acercarse a mí fácilmente. Como era de esperar, solo dudaron pero no se me acercaron ni de broma. Se quedaron de pie a cierta distancia, me miraban y murmuraban. Deben estar discutiendo qué hacer.

"¿Barón Astera?"

Cuando me di la vuelta ante la voz familiar, vi al Barón Delrond mirándome con una cara desconcertada. Junto a él estaba el sacerdote Milon. El sacerdote Milon miraba al niño en mis brazos con los ojos muy abiertos. El niño se estremeció y se enterró en mis brazos. Envolví mis brazos alrededor del niño y miré al sacerdote Milon.