Día 6 - El héroe y la bestia

847 100 41
                                    

Advertencia: Agresión e humillación.

Puso sus manos cubriendo su cara, frustración, era todo lo que sentía.
Bulla, era lo que llenaba aquel salón. 3-B un salón lleno de raritos, bueno, todos son raritos en este colegio, estúpidos raritos.

Aquino intento callar el ruido poniendo sus manos en sus oídos, sus compañeros de clase, andaban haciendo actualmente una pelea de papelitos, con una liga como arma, y bolitas de papel como munición, era literalmente un campo campal. Y tristemente al ser el salón más ruidoso tenía que soportar esto a diario, la profesora de computación no había venido hoy, así que todos estaban provechando para jugar, aveces desearía almenos averle tocado en otra sección, quizás la A, ya que estos eran los más tranqui-

¡Bam!

Un ardor en su nuca producido por un agudo golpe apareció, alzó la cabeza y miro atrás rápidamente.
Todos estaban extrañamente callados...

Aquino paso pesadamente sus ojos por todo el lugar, tratando de encontrar al culpable, y alparecer lo encontró. Un muchacho cabellos castaños levemente risados, este se hayaba totalmente aterrado, así que era obvio su culpabilidad, se paró de su silla automáticamente para caminar hacia el joven.

- Hey... Aquino, ¿Cómo estás?- Dijo el castaño totalmente nervioso, tratando de pronunciar sus palabras con tranquilidad pero claramente no saliendo bien.

Aquino no sabía quién mierda era este sujeto, pero le importaba un carajo también, nadie se atrevería a tocarlo denuevo. Tomó su muñeca con fuerza jalandola para adelante. El silencio inundaba el salón, mientras algunos pedían suerte por el alma del pobre desafortunado.

Alguien desidió acercarse.

- ¡Aquino! ¿Puedes parar un poco? Estas haciendo una escena.- Dijo el estudiante.- Porfavor, suelta a Plech y hablemos, solamente fue un accidente.- el chico se acerco poniéndose en medio de ambos.

Aquino soltó la muñeca del castaño y ver a le la cara, frunció el seño, Tan jodidos.

- Cierra la boca, imbecil.- Dijo soltando todo el veneno que tenía con intención de asustarlo.

- ¡Cade porfavor déjalo, esto no es tu problema!- Se escuchó una voz en la multitud.

- Joder no, es suficiente, si se va a estar pasando de mano con los demás, tendrá que pasarme primero.-

Cuanta valentía, pobre imbecil.

- Aquino, te propongo un trató, peleemos, si tú ganas, seguirás con tus mierdas, pero su yo gano, dejarás de molestar a la gente y te desquitaras solo conmigo.- La gente se quedó fríamente sorprendida, ¿Que mierda acaba de decir?- Tengo un buen físico, no te creas, puedo con cualquier golpe que me des.- Cade sonrió.

Acabas de cavar tu tumba.

Aquino lo miró incredulo, para luego soltar un "Bien".

La gente finalmente empezó a moverse murmurando cosas entré todos, ésto iba a ser una locura, todos se pusieron a los lados junto a los pupitres armando una gran sala de batalla improvisada.
Cade se acercó a un compañero, específicamente el que lo llamo antes, susurrándole en el oído, este asintió y salió del aula cerrando la puerta.

- Escúchame maldita perra, tienes 5 segundos para retractarte de tus palabras antes de que destroce tu cara de ángel.- Mencionó Aquino quitándose la sudadera.

- Me halagas, pero rechazare la propuesta.- Contraatacó Cade mientras hacia lo mismo.

Cade se puso en una pequeña posición de pelea mientras Aquino observaba parado sin moverse, no tenía ni porque esforzarse demasiado, era obvio quien ganaría aquí.

¡Shh! ¡No Hay Nadie En Casa!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora