En Konoha todo parece marchar bien para la familia Uzumaki. Naruto y Boruto se llevan mejor y Kawaki ha demostrado ser más sociable con con todos (al menos con unos pocos).
Pero todo parece cambiar cuando el séptimo Hokage destruye una organización...
La mañana llegó y todos se prepararon para irse de viaje.
—Espera hermano aún me falta algo—Dijo Himawari.
—Cielos Hima, eres muy olvidadiza—Le dijo Boruto.
—A ti también se te olvidó algo idiota—Agrego Kawaki.
—¿Qué dijiste maldito?
Boruto quiso empezar a discutir con el pero su padre intervino.
—Bueno, dejen de pelear, lo importante es que ya estamos listos para irnos—Dijo para verme a mi—No te preocupes volveremos antes de que te des cuenta.
—No se preocupe señor Naruto, usted pásela bien con su familia—De verdad hágalo es lo único que puedo ofrecerle después de que pasara.
—Cuídense, llegaré como en dos días—Dijo Hinata.
—Te esperaré—Dijo Naruto y se miraron tiernamente.
Los demás se fueron dejando a Hinata y a mi solos.
—Parece que estamos solos—No pude evitar decir eso.
—Si, eso parece—Dijo ella—Bueno eso significa que cuento contigo hasta que me vaya también, espero no ser una molestia—Con eso dicho se puso de rodillas e hizo una reverencia.
Al verla así pude apreciar perfectamente su figura, sus pechos que sobresalían de aquel abrigo y sus muslos que se mostraban a pesar de tener aquel shorts.
—Lo mismo digo—Dije ocultando mi sonrojo.
—Oye ¿A qué hora es tu trabajo?
—Creo que empieza pronto pero mejor ahora para no llegar tarde, así que tengo que irme—Dije para irme por la puerta.
—Bueno, cuídate. Prepararé la cena antes de que vuelvas.
Me despedí y me fui, no iba a trabajar para si tenía algo importante que hacer.
Camine por los alrededores de la casa para asegurarme de que no hubiera espías o vigilantes, si bien puse sellos de silencio para nadie escuchará lo que iba a pasar se que hay gente habilidosa que ver inutilizar aquellos sellos, por eso tengo que asegurarme de que no haya nadie cerca. De haberlo tendría usar mi pócima atontadora que te pone en una ilusión por 24 horas y lo que es mejor no hay forma de saber si estás bajo los efectos de la poción, si preguntan de donde la saqué pues me la dió el señor de la tienda. Ese señor de verdad es un genio.
Luego de un rato vi que no había nadie de verdad es una buena suerte. Bien con ese hecho me fui a la fingiendo que se me olvidó algo. Al llegar vi ha Hinata hablando por teléfono. Verla de espaldas y de estando indefensa era muy provocativo pero decidí controlarme, aún no era el momento tenía que esperar un poco más.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—
Si, eso sería todo. No sé preocupe por eso, todo estará bien si tiene lo esencial.
