𝐔𝐍 𝐅𝐈𝐍𝐀𝐋 𝐅𝐄𝐋𝐈𝐙 | ❝ A él le gusta ella, a ella le gusta él, todos los sabemos, excepto ellos. ❞
Sirius Black: Engreido, mujeriego, arrogante, testarudo, casanova, idiota... esas son solo algunas de las palabras con las que Sabrina describ...
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" Comenzaré a enojarme más seguido si esta es la recompenza. "
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HABÍAN PASADO UNOS cuantos días y las vacaciones cada vez estaban más cerca. Los examenes ya habían acabado y los profesores ya no les enviaban tantos deberes para realizar. Sabrina había pasado la mayor parte de aquellos días junto a sus amigos de slytherin, los primos Black. El trío de amigos aún se reían al recordar su broma como si hubiera pasado hacía unos segundos. Ciertamente, los tres la pasaron muy bien molestando a Sirius.
Durante aquellas noches, Narcissa y Regulus le habían ofrecido pasar las noches junto a ellos en las mazmorras de Slytherin, aseguraban que proto habría una revancha de Sirius, a lo que Sabrina siempre tenía la misma reacción: rodaba los ojos divertida y les decía que él no le haría nada, además debía volver ya que Sophie no le había hablado durante ese corto período de tiempo y siempre la esperaba despierta en la sala común de brazos cruzados. La chica era muy dramática.
Sabrina continuaba día y noche con sus estudios. Siempre que podía o tenía tiempo libre estudiaba. Los exámenes ya habían acabando, si, pero ella prefería no relajarse y continuar aprendiendo.
—¿Estas segura que no quieres pasar las noches en las mazmorras con nosotros? —habló Narcissa Black.
—Completamente —aseguró Sabrina.
—¿Por qué no? —cuestionó, pero justo cuando la castaña iba a responderle, ella agregó—: Ya lo sé; es por Regulus. Él no tiene que estar. Seremos nosotras dos solas y lo echaremos a mi primo. De verdad, ni tienes que preocuparte por este estúpido —Regulus la miró ofendido. Tomó un puñado de arina y se lo lanzó a la cara, ganandose un vistazo de odio por parte de su prima. La chica tomó su varita y con un movimiento rápido y elegante, la arina desapareció. Sabrina no sabía como pero, incluso limpiando arina, la chica se veía bien y sufisticada.
El trío de amigos se encontraba en las cocinas de Hogwarts. Donn también estaba allí, aunque ella no decía ni una palabra por miedo a lo que fueran a pensar los chicos de la casa verde; precisamente ellos dos tenían fama de juzgar por la sangre. Sabrina había inisistido a sus dos amigos en que la acompañaran para ayudarla a hacerle una sorpresa a Sophie.
No era su cumplaños ni ningun aniversario ni tampoco una fecha importante para la rubia. Era un día normal para ella, pero Sophie había estado distante de Sabrina durante días, la castaña sabía que seguía enfadada con ella ya que le había dado un buen susto. Narcissa solía llamarla la drama queen. Ella estaba haciendo unos cupcakes con decoraciones naranjas y había llamado a Donn para que la ayudara ya que la niña era muy buena en la cocina. Durante el verano les había enviado comida hecha por ella y estaba realmente delicioso todo.
A pesar de que Regulus y Narcissa estaban ahí para ayudar, no lo estaban haciendo. Cuando Regulus intentó preparar un cupcake lo terminó quemando y luego se le cayó al suelo todo la crema para decorar al piso. Estaba claro que el chico nunca había pisado una cocina, quedó confirmado en el momento en el que dijo "creí que esto solo lo hacían los elfos". Luego del desastre, la castaña le dijo que ella se encargaría del resto. Basícamente le dijo que no hiciera nada más. Narcissa ni siquiera había tocado algo de cocina.
Ella había entrado y fue directo a sentarse sobre una mesa y cruzar una pierna sobre la otra, observando a sus amigos hacer todo el trabajo. Dijo que no quería ensuciarse las manos.
—Acabamos —dijo Sabrina feliz al ver dos cajas completas llenas de muffins.
—Genial, ya podemos salir de este cochinero —espetó la rubia con asco, observando todo el lugar realmente sucio, para luego bajarse de la mesa de madera en la que estaba sentada de un salto.
Sabrina se despidió de Donn con un abrazo. Regulus la saludo con cara seria acompañado de un movimiento de mano, a lo que la hufflepuff respondió de la misma manera. Narcissa ni siquiera la había mirado y ya estaba esperando a su amiga y a su primo en la puerta de las cocinas para salir.
Caminaron los tres a la torre de Gryffindor. Cuando llegaron, Sabrina también se despidió de ellos con un abrazo para cada uno.
—¿Segura que no quieres...? —comenzó a decir la slytherin luego de separar del abrazo de Sabrina.
—Estoy segura, Cissy.
—Bien, tu te lo pierdes. No puedo entender como rechazar la oportunidad de pasar una noche junto a gran Narcissa Black —respondió ella con mala cara y Regulus y Sabrina carcajearon.
—Ya vamos, gran Narcissa Black —dijo el chico, empujando a su prima por el pasillo para irse a su sala común.
Sabrina entró a la sala común divertida, escuchando a su amiga discutir con su primo para que dejara de empujarla.
El gran cuarto ya estaba vacío, ningun estudiante estaba allí. La luces estaban apagadas a excepción de una lampara junto a los sillones. Su amiga rubia estaba allí. Observandola con los brazos cruzados y cara seria.
—El toque de queda ya paso —murmuró con los labios apretados que formaban una línea recta.
—Antes de que empieces con tu sermón... esto es para ti —le dijo entregandole la caja. Sophie la abrió curiosa y por un momento, Sabrina notó una leve sonrisa elevarse en sus labios, aunque luego volvió a estar seria para mirarla.
—¿Cómo sabías que mi color favorito es el naranja? —cuestionó.
—Donn me dijo. Ella me ayudo —Sophie le sonrió—. Y también Regulus y Narcissa —la sonrisa de la rubia se desvaneció.
—Entonces no lo comeré; a ver si lo envenenaron o algo —dijo con una mueca y Sabrina rió.
—No lo envenenaron —le dijo entre risas—. ¿Ya no estas enojada?
—Aparentemente no. Pero comenzare a enojarme más seguido si esta es la recompenza.
Sabrina volvió a reir.
Sophie la tomó de la mano y, juntas, subieron para ir a su habitación a dormir.
