Nana Styles

Srto. Styles

-¡Harry te adoro!- Maggie exclamó cuando la limusina estaba llegando a la mansión Tomlinson. Habían pasado una tarde llena de risas— y algo (mucho) de coqueteo— Bryton y Susana no dejaron de hablar entre ellos todo el tiempo, y aunque Gracie debía estar incluida en esas pláticas a petición de Harry, Bryton estaba alucinante por la tarde que había pasado con uno de sus mayores enamoramientos. Maggi por otra parte se vio un poco más cerca de Marcos Esteban, era la primera vez que entablaba una conversación con un chico fuera de la escuela, y más emocionante la parte en la que el dicho joven era uno de sus crushes. Todo gracias a Harry.

Y la niñera tampoco se quedó atrás, él mayor de los Esteban parecía comerse a Styles con los ojos, y Harry no perdió la oportunidad de saber si el Dr. Esteban era comprometido en algún sentido hacia otra persona, lo cual para dicha del rizado resultó ser un hombre sin ataduras, además de sus hijos.

Harry seguía sonriendo mientras entraban a la mansión por los comentarios buenos de los niños. Solo esperaba que su jefe no se molestara por llegar solo un poco tarde.

-Una hora tarde, Señorito Styles, una hora entera tarde- la no muy amigable voz de su jefe se hizo escuchar frente a la puerta mientras Niles colgaba los abrigos de los niños y de paso escuchaba la conversación.

-¡Papito fuimos al parque y comimos helado!- la menor Tomlinson dijo mientras Harry ponía una sonrisa en su rostro

Harry hizo cara de inocente a punto de dar su discurso de disculpa cuando el teléfono de la casa sonó. Niles se acercó y contestó bajo la atención de su jefe y la niñera.
-Mansión Tomlinson- contestó el mayordomo. - Ya lo comunico, un momento- al escuchar esto y ver cómo Niles se daba vuelta, Louis tendió la mano para que le diera el teléfono pero en ves de eso, Niles le pasó el aparato a Harry quien hizo una mueca al igual que su jefe.
-El señor Antoni Esteban pregunta por usted nana Styles- Niles se deleitó con la cara de su jefe, y Harry se sonrojó. No esperaba ser llamado por el hombre en realidad.

Tomó el teléfono bajo las curiosas miradas- Hola Antoni, soy Harry...claro, hemos llegado bien los niños y yo...- Louis no podía quitar su ceño fruncido, ¿para que un hombre tan serio como el Sr. Esteban hablaría con alguien tan... caótico como su niñera? - Claro, me encantaría Antoni... el sábado es mi día libre...hasta entonces- sin más la niñera colgó y dejó el aparato en su lugar. Volteó hacia su jefe y el mayordomo con ojos de cachorro. Niles le sonreía divertido mientras el Sr. Tomlinson tenía todavía una mueca en su cara.

-¿De donde conoce al Sr. Esteban?- su jefe interrogó, Harry jugueteó un poco con las mangas de su blusa.

-Sr.Tomlinson, los niños y yo encontramos a los Esteban en la tienda de ropa y Bryton saludó a Susana, pero fue todo un caso porque tiene este enamoramiento por ella que lo hace ponerse rojo y sudoroso pero todo salió bien y Antoni accedió a ir por un helado con los niños al parque pero todo estuvo en orden y tranquilo y como puede ver sus hijos están sanos y salvos.- Louis seguía con la misma expresión pero ahora acomodaba las mangas largas de su camiseta arremangándolas hasta sus codos.

-¿Y es necesario que "Antoni" sepa que los sábados está usted libre Señorito Styles?- Niles que se había puesto a "limpiar" cerca de ellos para escuchar la conversación no dudo en sacar sus propias conclusiones por el tono usado de su jefe.

-Bueno si voy a tener una cita con el, creo que si, es necesario que lo sepa- Harry aclaró.

-¿No se conocieron apenas estas tarde?- Louis estaba incrédulo, aunque pensándolo bien, él también le pediría una cita sin dudarlo a alguien como la niñera de sus hijos... ¿pero que estaba pensando? A él no debería importarle tanto.

-Bueno... si pero para eso son las citas conocerse mejor con los demás-

Louis iba a protestar pero ¿por qué lo haría? Conocía a su niñera hace unas semanas y sus hijos la amaban, no había nada que reclamar porque no sabía que había por reclamar en realidad.