noche

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Cabe resaltar que al llegar de la cena, un medio ebrio Harry le dio un beso a cada uno de los niños antes de mandarlos a dormir, recordándoles cuanto los amaba, estos reían y le decían que también lo amaban haciendo que el rizado su pusiera muy sentimental.

—¡Es que no lo entiendo! Ni siquiera me llamó en toda la noche para cancelarme— se quejaba un tanto exageradamente para Louis pero ya era normal. —¡Oh Señor Tomlinson ¿por qué todos los hombres hacen lo mismo?! ¿Acaso comparten la misma neurona?—

— A veces parece que si Nana Styles, pero para su suerte hoy me tocó tener las neuronas buenas a mi— de su ida a las escalera la niñera seguía quejándose mientras era tomado sutilmente por su jefe para evitar que se tropezase

—Señor Tomlinson déjeme...puedo subir solo— dijo Harry mientras se tambaleaba. Su jefe lo tenía tomado de la cintura mientras ambos subían las escaleras. —Espere— le dijo susurrando. Se agachó quedando en una posición un tanto comprometedora con su jefe pero este solo volteó la cabeza hacia otro lado y veía de reojo como la niñera se quitaba los tacones.
Estuvieron así unos segundos con el culo de Harry frente a la entrepierna de Louis mientras el rizado batallaba tratándose de quitar los zapatos. La niñera se enderezó un momento —Ahggg por eso odio los tacones de broche, nunca puedo quitarlos sin sentarme, deme otro segundo.— antes de que lograra sentarse en un escalón, su jefe lo tomó fijamente por la cintura y lo cargó en un casi peligroso e inesperado movimiento. Harry se asustó por el movimiento rápido pero sintió que era un pluma al ver como su jefe lo había alzado tan rápido entre sus brazos al estilo nupcial.

—¡Oiga, casi muero!— dijo Harry dándole un leve golpe en el pecho.— Aunque quien diría que un cincuenton tuviera esa fuerza.—

Louis río y continuó su recorrido por las escaleras cuidadosamente.—Bueno íbamos a tardar una eternidad descubriendo cómo quitar sus zapatos—

—¿Y prefirió quebrarse la espalda?, señor Tomlinson usted ya no está para esto, a su edad debería estar dormido desde hace dos horas.— estaban hablando tan cerca que Harry escuchaba la agitada y sexi respiración de su jefe mientras sentía cómo las manos de este se acomodaban de ciertas maneras que hacían a Harry desear que fueran menos respetuosas.

—Pero también debo cuidar a la niñera borracha— respondió el jefe.

—No estoy tan ebrio, sólo me sorprende que aún ayer me preguntaba cómo podía caminar usted aún sin bastón y ahora me carga de la nada—

—Nana Styles, tener 46 añ...—

—49– interrumpió Harry.

—Bueno tener 49 años no me hace un anciano, de hecho me ha dado por ejercitar más y déjeme decirle que no es lo único que este "cincuenton" puede lograr con poco esfuerzo.— habían ya pasado las escaleras y ahora estaban Justo al frente de la habitación del rizado.

Harry admitió que se calentó un mucho mientras un agitado Louis decía eso. —¿Este cincuenton puede dejarme en la cama?— pregunto Harry medio inocente haciendo que los ojos azules se intensificasen.

—Depende—

—¿de que?—

—De si me dejarás dormir contigo en ella—

La propuesta hizo a Harry salir un poco de su ligera borrachera y hacer que sus mejillas se pintasen un poco rojas.

—Depende-

—¿de que?—contestó con ironía el jefe.

—De si me abrazará muy fuerte toda la noche—

—¿Eso no sería poco ético?— respondió el jefe con falsa indignación sacando una risa al chico aún en sus brazos.

Harry pasó sus brazos al cuello de su jefe enredándolos y le sonrió de una manera que hacía al Señor Tomlinson suspirar. —Poco ético es tocarme las tetas.— reclamó haciendo recordar el incidente en el cuarto de Grace.

Louis se puso medio rojo y procedió a entrar completamente a la habitación, recostó a la niñera en la cama con la suficiente fuerza para hacerlo rebotar y que este riera.
—Ya le dije que me perdonara por ese accidente, no era mi intención.— se disculpó mientras se acercaba al rizado que estaba mirándolo recargado sobre sus codos en la cama mientras Louis tenía los brazos a cada lado de él y se encontraban aún más cada segundo.

—Bueno no es como que me hubiera quejado a decir verdad— respondió Harry mientras su cara estaba aún más cerca de la de su jefe. Sus orbes verdes se encontraron conectados con los azules en algún punto mientras estos viajaban desde los labios de Harry hasta sus ojos y de vuelta.
—Louis— dijo susurrando.

—Harry— respondió el jefe casi al punto de chocar sus narices.

—Creo que ya debo dormir— fue lo que anuncio antes de tumbarse y dejar a su jefe ahí encima de él.

—Bien, si creo que yo también... descanse señorito Styles— respondió Louis quitándose poco a poco. No estaba decepcionado, de hecho su pecho estaba siendo golpeado por la emoción y se sentía energético ante todo este asunto de tener a una sensual criatura frente a él en un vestido que lo hacía ver tan sexy y en una posición en la que pensaba que se vería mejor sin ropa tanto como con una de esas camisas suyas enormes sin nada por debajo.
Al apartarse y a punto de irse vió como Harry alzó una pierna nívea ante el que terminaba en unos zapatos incómodos que al parecer la niñera amaba.

—¿Puede quitarlos por favor?— pidió Harry moviendo su pierna haciendo que su vestido se recorriera un poco más arriba de sus rellenos muslos.

Louis tragó saliva y asintió. Se acomodó y procedió a quitar el zapatazo mientras su mano agarraba una parte del tobillo y se deslizaba un poco más arriba sutilmente.— El otro— pidió cuando acabó con el zapato derecho.
Los tacones fueron exitosamente quitados y cuidadosamente puestos a un lado de la cama al igual que cuidadosamente bajó la pierna del chico haciendo que quedara completamente recostado otra vez.
—¿Algo más?— preguntó Louis.
Harry sonrió y se rodó un poco quedando boca abajo en la cama.

—Y...¿Si me ayuda a bajar el cierre? Estoy muy cansado y mareado para hacerlo yo— Louis tragó saliva pero asintió. Subió de nuevo a la cama sentándose a un lado de la niñera, los glúteos se veían estupendos y suaves al igual que todo su cuerpo, sus ojos pasaban desde sus piernas al lugar donde se encontraba el cierre del vestido, acercó sus manos un poco nervioso y rozó la yema de los dedos con el metal del cierre para luego barájelo poco a poco.
Mientras Harry estaba tarareando alguna canción recostado sobre las sábanas.

—¿Ya casi?—

—Ya...ya está todo abajo—

Harry se volvió a dar la vuelta quedando entre las manos separadas de Louis a cada lado de él. Se miraron unos segundos hasta que el rizado se levantó sentándose y quedando muy, muy cerca de su jefe. Sus ojos se detuvieron en los del otro mientras sus respiraciones se aceleraban más y más. Una tira del vestido resbaló del hombro de Harry mientras su jefe tragaba saliva gracia a la increíble vista que tenia de la niñera frente a él.

—Har...—

Un instante le tomó asimilar lo que estaba pasando.

Harry se había levantado dirigiéndose a la puerta para abrirla mientras se acomodaba el vestido para que no cayera. Tomlinson bajó la mirada pero no dijo nada y procedió a levantarse yendo hacia la puerta.

—Que tenga buena noche señor Tomlinson—

—Así será nana Styles... duerma bien y recuerde que si necesita ayuda estaré más que complacido de desabrochar vestidos y quitar zapatos. Hasta mañana—
Se dio la cuenta y se fue a su habitación mientras Harry reía internamente y cerraba con mucho cuidado la puerta.

Esa noche Louis trataba de reprimir una sonrisa que no sabía exactamente por qué era.
Harry estaba igual o peor mientras se enredaba en las sábanas asimilando si eso había pasado era solo la borrachera.




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P.V 🔮

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