02. Las tuberías son cupido

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Jimin no podía creerlo, era imposible que el padre de la bebé que encontró haya sido el señor Min, su vecino y ahora jefe. Tragó saliva, incómodo y avergonzado de hablar con confianza, se calló. Todas las personas salieron en el mismo piso, dejándolos solos.

—Yoonji me dijo que somos vecinos—cortó el silencio—. En relación a tu pregunta, soy el socio director, pero me llaman presidente.

Yoongi desconocía los nombres de todos sus trabajadores, tampoco tenía tiempo para hacerlo, pero olvidar el nombre de uno en específico no estaba en sus planes.

Jimin le sonrió con los cachetes pintados de color carmesí.

A Yoongi le pareció tierno.

—Daré lo mejor de mí como pasante, gracias por considerar mi estadía—dijo entusiasmado. Yoongi no tenía idea de quién se encargaba de los pasantes, tampoco de los requisitos necesarios, ni cuando los necesitaban, no era un área que le interesaba, pero estaba contento de que hubiesen escogido a Jimin—. ¿Cómo está Jiyu? Noona me dijo que hoy regresa a Estados Unidos, quiere despedirse.

—Jiyu está bien, gracias por preguntar. Entonces, allá te espero—pronunció inclinándose para despedirse y salió del cubículo.

Jimin parpadeó, escéptico. La figura de Yoongi se perdió en los pasillos. Observó alrededor, buscando los ductos de ventilación del ascensor, sentía un ardor en su rostro y su cerebro no respondía. Las puertas se cerraron, regresando a su cuerpo y ventilándose, tarareó la canción que Taehyung no dejaba de escuchar, sonrió al recordar las palabras de Yoongi.

<<Jiyu está bien, gracias por preguntar. Entonces, allá te espero>>.

¿Por qué estaba ansioso de que llegara la noche?

El siguiente paso fue una tarde de trabajo. Se presentó con sus compañeros e inició con la lista de pendientes proporcionadas por la secretaria. Redactó demandas de pensiones alimenticias y laborales. Armó la teoría del caso de una audiencia, revisó jurisprudencia y sacó copia de todo lo que había hecho para la carpeta que debía entregar a la universidad con la constancia de los días trabajados.

—Joven Park, ¿terminó de redactar la demanda de pensión alimenticia de la señora Choi?

Taehyung asomó la cabeza cuando escuchó el nombre de su amigo. El gran salón estaba organizado para un grupo entero de pasantes con sus respectivas computadoras de escritorio. Dejó a un lado su búsqueda de artículos y jurisprudencia para un caso del abogado Jeon.

—Sí. Se lo enviaré al correo—respondió Jimin.

—Excelente.

La secretaria salió del salón. Jimin dio un par de vueltas en la silla giratoria, feliz de haber terminado su primer día. Con las nuevas clases, los profesores habían dejado de lado la redacción de demandas, había perdido el hilo hasta que retroalimentó con la práctica frente a la pantalla. Empezó a marearse y paró de girar, esperó unos segundos para recuperarse y alcanzó a enfocar la mirada en Taehyung; mientras los demás pasantes estaban apagando las computadoras, él seguía tecleando.

Jimin se levantó para curiosear.

—Cuánta concentración—dijo detrás de su amigo. Taehyung lo ignoró—. ¿Te falta mucho? Puedo esperarte.

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⏰ Última actualización: May 27 ⏰

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