Al terminar su orgasmo y saborear su beso delicado y apasionado en mis labios abrí mis ojos...
Me di cuenta que ella no estaba! Solo era yo y mi estúpido delirio!!
Yo había recorrido mi propio cuerpo, yo misma había introducido mis dedos a mi entrepierna, me provoque un orgasmo al ritmo más placentero...Al darme cuenta de que en verdad esto estaba pasando me asuste.
Pensé : como puede ser que pase esto en mi!
No fue desagradable porque igual todo mundo se toca, pero fue molesto el sentir una necesidad por ella, necesidad de tocar su cuerpo, de hacerlo mio una y otra vez y complacerla cada que me lo pidiera su cuerpo así como me lo pedía mi cuerpo

ESTÁS LEYENDO
Delirios
De TodoY estar ahí, solo con esos recuerdos, esas imágenes guardadas en la memoria, esa mujer que nos hace volar sin tenerla de frente.