The Truth Untold [ChanLix]

diecinueve

Chan contempló el sobre un largo tiempo. Estaba abierto. No le importaba. Finalmente reunió el valor suficiente y lo abrió.

Querido Chan:

Siempre había estado solo y vacío desde que llegué a esta casa. Siempre estaba asustado, deseando jamás haber salido de casa ese día. Ahora me pregunto, ¿esto era necesario para poder conocerte? pienso que si ese día no hubiera escapado jamás habría llegado a hacerlo. Me arrepiento de todo, menos de haberte conocido.

Con el tiempo me refugié en ese bello jardín que no significaba mucho para mi, solo una rutina más, hasta que un día apareció un niño curioso quien hacía muchas preguntas, ¿cómo te llamas? ¿Tienes familia? ¿Qué haces aquí? ¿Qué te gusta hacer? Tuve la intención de gritarle que se fuera, pero algo me detuvo.

Me sentí triste cuando ese pequeño niño no volvió, espere su llegada cuidando bien del jardín, dando atención especial a las flores que llevaban mi nuevo nombre. Me rendí después de un tiempo. Pensé que no valía la pena.

Llegaste nuevamente y trajiste contigo una calidez que nunca había sentido.

Siempre traté de mostrarte lo mejor de mí, no quería que supieras lo que me atormentaba todos los días. Cada vez que me sonreías pensaba que no lo merecía. Tenías tantas cosas por hacer, tantas cosas por vivir, pero preferías quedarte encerrado en este jardín conmigo. Me sentí querido por primera vez.

El día que te abriste ante mí entendí que tú también estabas roto, y que estaba bien contarte mis secretos, esos que nunca había dicho para no agobiarte.

No hay razón para escribirte una carta que jamás te será entregada, pero tuve el impulso de escribir algunas cosas que sentía.

Si llegas a leer esto solo quiero que sepas que a pesar de que hubo días en que no salí a nuestro encuentro porque el miedo se apoderaba de mi o que hubo días en los que fui cortante y te sentiste herido por mis palabras, lo siento.

Te quiero, no tuve la valentía de decirlo. Tal vez siempre lo supiste.

— Orquídea.