CUATRO

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– Jiminnie... ya estoy en casa – dijo apenas ingreso la puerta principal de su hogar.

– Amor... estoy en la habitación – se escucho fuerte la voz de su esposo.

– Cariño, ¿estas bien? – pregunto rápidamente ingresando a la habitación y viendo a Jimin acostado en la cama.

– Si, Jungkookie, estoy bien – respondió viendo a su esposo despojarse de su saco y corbata.

– Como se porto nuestro bebé – dijo acariciando el abultado vientre de nueve meses de Jimin mientras dejaba un beso casto en la frente del antes mencionado.

– No muy bien – suspiro – Amor, ha estado moviéndose mucho, creo que ya quiere salir de aquí.

– Oh, mi hermoso bebé pronto estarás con nosotros, solo un poco mas – hablo Jungkook acariciando el vientre de Jimin.

– Aparte... he tenido una contracción hace como una hora o mas – dijo suave.

– Amor, ¿fue fuerte? – pregunto con tono preocupado.

– No, fue leve – dijo – Pero, tengo miedo, Jungkookie.

– Cariño, también tengo miedo – hablo tomando las manitos de su esposo entre la suyas – Pero, es nuestro bebé y no olvides que estoy contigo – beso el dorso de las manitas de su esposo suavemente – Estamos juntos en esto, te amo.

– Te amo Jungkookie – beso los labios de su esposo.

Después de estar juntos en los brazos del contrario y darse mimos mientras hablaban de cómo les fue en la tarde, Jungkook fue a tomar una ducha y cambiar su ropa de trabajo por algo mas cómodo.

Esa mañana Jimin de repente sintió dolores no tan fuertes, y el doctor dijo claramente que eso ocurriría cuando el parto ya estaría cerca, les recomendaron que cuando las contracciones fueran mas dolorosas y seguidas se dirigieran directamente al hospital para preparar la cesárea.

Jungkook se encontraba ya vestido después de aquella ducha relajante, se dirigiría a preparar algo para la cena, hoy había sido su ultimo día en el trabajo, así pidiendo vacaciones por todo un mes, mes el cual se dedicaría a cuidar de su esposo y su bebé que prontamente nacería.

Una vez en la cocina se fijo la hora eran ya pasada las cuatro de la tarde, así que sin mas, comenzó a sacar todo aquello que utilizaría para hacer la cena tara rareando una canción que había estado escuchando por las calles.

Corto todas las verduras que usaría y puso a hervir agua para la sopita que prepararía, entonces...

– ¡Jungkook!

– ¿Amor? – Jungkook apenas escucho el grito de su esposo dejo de lado todo, apagó el fuego y se dirigió corriendo a la habitación.

– ¡Jungkook! – grito nuevamente ante los dolores.

– Amor... ¿estás bien? – dijo acercándose una vez entró a la habitación, se acerco a su Jimin, quien tenia la frente algo sudada y la respiración agitada.

– Amor... no puedo... me duele...

– Cariño, Minnie, amor está bien... esta bien – hablo poniéndose unos tenis velozmente y nuevamente escuchó a Jimin gemir de dolor – Mi amor, espera un poco más...

– Kookie...

– Ven aquí... – lo ayudó a sentarse y acomodar sus ropas con calma y velocidad, sinceramente estaba demasiado asustado, pero no quería que Jimin se alterara más aún, quería transmitirle confianza y de que todo saldrá bien.

– Kookie... duele...

– Si, amor... agárrate de mí – dijo cuando lo alzo en sus brazos con cuidado y asi encaminándose a la salida a pasos apresurados pero nada torpes, lo que menos quería era un accidente y en el camino tomó el bolso que ya estaba listo con ropa de bebé, pañales, gorrito, mantitas y todo lo necesario.

– Kookie...

– Tranquilo, amor, estoy contigo... estamos juntos.

Después de salir de su hogar, Jungkook decidió que la mejor opción era tomar un taxi ya que con los nervios no sería capaz de siquiera conducir, Jimin estaba mejor, la contracción había terminado pero aun así su respiración era algo pesada y se mantenía sujetado a Jungkook fuertemente, como su pilar que lo mantenía tranquilo.

Después de conseguir el taxi se encontraban ya de camino al hospital, Jimin acomodado en los asientos traseros de aquel taxi junto a Jungkook quien en ningún momento ha soltado su manito, una vez llegaron, Jungkook pidió una camilla para su esposo y a pasos rápidos se dirigió al consultorio del doctor que estaba a cargo del embarazo de Jimin.

Después de minutos de espera, donde Jimin era trasladado a una habitación y era atendido por su doctor vio salir a este de aquella habitación, sin esperar mas se acerco rápidamente.

– Doctor... mi esposo

– No se preocupe, Señor Jeon – dijo tranquilo – Pronto tendrán a su bebé con ustedes, solo un poco mas, puede pasar y acompañar al Señor Jimin – concede mientras se dirige a la enfermera.

– Amor... – dice cuando ingresa a la habitación viendo a Jimin con una bata blanca y acomodado en la camilla.

– Kookie... – acarició la mejilla de Jungkook con cariño.

– Todo va ha estar bien, estoy aquí junto a ustedes, amor – susurro besando la frente de Jimin con cariño.

– Kookie avisaste a nuestros padres – dijo suave después de aquella acción .

– Amor... – contestó ya buscando su celular en su bolsillo – No, pero, ahora mismo les aviso y llamó también a los chicos para q-

– Amor, tranquilo – sonrió Jimin por lo rápido que Jungkook hablaba – Estoy nervioso, nuestro bebé pronto estará en nuestros brazos, Jungkookie.

– Lo siento, cariño – rio – También estoy nervioso, amor, pero estoy muy feliz, pronto estaremos juntos, los tres, te amo Jimin.

– Te amo, Jungkook.

Sellaron aquellas palabras con el roce delicado de sus labios, pronto su tesorito, su bebito, su angelito nacería y estará junto a ellos, en sus brazos.

JEON FAMILYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora