Era un domingo casi normal. Cris, una persona sentimental y muy inteligente tenía muchos nervios, porque iba a salir con la persona más maravillosa del mundo, o al menos eso decía.
Después de desayunar se disponía a alistarse para su cita, y para esto necesitaba sus calcetines rojos de la suerte. Los había dejado que un sofá de la sala, a pesar de que Elena le había advertido que no los dejara ahí porque cualquier persona los movería de lugar, porque no es un lugar para poner calcetines, dijo.
Pero Cris insistió dijo que era el mejor lugar, ya que estaría a la vista y no olvidaría llevarlos.
Pero cuando llegó a la sala, no estaba un calcetín. Cris sé alteró y empezó a buscarlo en el piso y sus alrededores, pero ¡no estaba!, ¡no estaba!. En la escena estaba un calcetín tirado en el piso, y el teléfono de Mamá Eva en la mesita de centro.
A Cris le encantaban las películas policiales, y que mejor manera de resolver su desafortunado caso, que como un detective de sus películas favoritas.
Así que, tomó una libreta e hizo una lista de los posibles sospechosos
1. Eva (madre), una señora audaz y apasionada por la cocina.
2. Felipe (abuelo) un señor amargado pero buena onda.
3. Elena (hermana menor) una pequeña tierna pero más astuta de lo que aparenta.
¡Ah! Y claro, no podía faltar
4. Linda, una perrita muy juguetona y amorosa.
–Pero ella se descarta porque ella nunca miente y es la cosita más tierna del mundo, dice Cris, Solo la agregaré para no excluirla.
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Se pasó una hora buscando el calcetín rojo
Historia CortaCris tiene una cita con la persona más maravillosa del mundo, o al menos eso decía. Todo iba bien hasta que pierde un calcetín rojo de la suerte. De un momento a otro, toda la familia de Cris son sospechosos hasta que demuestren lo contrario.