Capitulo 31: Asedio

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El pequeño Murong Qiang estaba entrenando con sus maestro personal que su padre le había conseguido. Su shizun era extraño siempre usaba una mascara aterradora y a la hora del entrenamiento podía ser muy cruel y frío. Murong Qiang tenía que estar muy atento al esquivar los golpes, a su maestro no le importaba si era joven, el podría cortarle un pierna al entrenar.

Después de entrenar su shizun cambiaba su temperamento. Le atendía sus heridas, le cocinaba y lo llevaba a jugar. Pasaba más tiempo con su shizun que con sus propios padres .

Su shizun estaba entrenando con Murong Qiang en el patio cuando escucharon un ruido fuerte y su shizun se puso alerta.
-Quédate aquí, iré a ver que sucede.

Salió y vio que había muchos cultivadores rodeando la secta. Los demonios y dioses también llegaron. Los demonios querían evitar que obtuvieran al niño por ese motivo asistieron al asedio, los dioses fueron por que era beneficioso para ellos que se deshicieran de dos problemas a la vez. No eran más de 15 dioses pero con eso bastaba. Los discípulos de la secta Luna Creciente estaban preparados para pelear.

El asedio había comenzado. -Murong Fei entregamos a tu hijo o tu secta será destruida con él.

Su shizun dio órdenes a todos los discípulos para que se alistaron para pelear y luego corrió a buscar a Murong Qiang, en el caminó se topó con su madre que estaba tan preocupada como él.
-¿¡Dónde está!?.

-¡Esta en el patio de entrenamiento!.

La madre sintió un poco de alivio al saber que estaba un poco lejos de la entrada, lo que les daba una oportunidad de salir ilesos. Desesperada por su hijo corrió ansiosamente .
-¡Ve por un caballo y nos vemos ahí!

Encontró a Murong Qiang. Se asustó por la forma en que actuaba su madre cuando lo encontró.-¡A-Qiang tenemos que irnos! ¡vamos!.

-Mamá, ¿qué pasa?. Vio como todos corrían de un lado a otro.

El shizun de Murong Qiang regreso con el caballo. La madre alzó al niño y lo subió al caballo. El sonido de flechas disparándose y de espadas chocando se escuchaban hasta el patio de entrenamiento.

-¡Rápido se deben ir! ¡señora Murong! ¡señora Murong!. El shizun de su hijo la llamo un par de veces pero ella miraba en la dirección de donde venía el ruido estruendoso de personas luchando por la vida de su hijo. El tiempo pareció detenerse y no escucho la voz hasta después. Tantas personas buenas y leales que la habían acompañado diariamente....

-Yo no iré..... tu debes ir con él. Es lo mejor, se que contigo el va lograr salir de aquí a salvó. Confío en ti, lo has cuidado muy bien todo este tiempo y te doy las gracias por eso. El shizun no se negó. Tenía razón su madre, con él tenía más posibilidades de estar a salvó. Subió al caballo y tomó las riendas listo para avanzar.

Se despidió de su hijo. En ese momento lo miro fijamente para grabarlo en su memoria, sintió lástima por que su esposo no estaba ahí y no podría despedirse de su hijo.--A-Qiang vas estar bien, no importa lo que pase no mires atrás. Se obediente con tu shizun. Se que no es suficiente disculparme... yo... A-Qiang ...Lo siento tanto por todo lo que estas pasando y por todo lo que pasaras en el futuro solo recuerda, no por qué todo el mundo crea y diga que eres malo significa que debes serlo, tu padre y yo te amamos . Su madre se quitó un collar con un diamante rojo y se lo puso a Murong Qiang. Después de despedirse, el caballo comenzó a correr hacia la salida.

Su madre vio como el caballo desaparecía. -Lo siento, lo siento... por todos yo cause todo esto no me iré de aquí dejándolos solos luchando.

Los líderes de secta se reunieron para matar al padre de Murong Qiang, cinco contra uno era muy injusto y cobarde.

El caballo con su hijo pasó cerca de donde combatían, y lo vio alejarse sin poder despedirse, sus ojos se llenaron de lagrimas. Desquito su furia y tristeza contra los hombres que trataban de matarlo. Ni con cinco personas podían hacerle un rasguño lo que los convertía en el hazmerreir.

Los demonios vieron que intentaban sacar al niño y lo comenzaron a perseguir hasta que una belleza apareció en su camino sangre corría de sus manos, la sangre fue tomando forma en ambas manos en espadas dobles. Sus ojos estaban inyectados en sangre, su cara estaba enojada y dolida. giró las espadas es sus manos decapitando y apuñalando a todos a su pasó.

Lograron salir de la secta Luna Creciente, su madre había matado a los demonios que los seguían, pero los dioses y algunos cultivadores comenzaron a perseguirlos cuando notaron que lograron salir.

Su shizun detuvo el caballo, no podían seguir huyendo de esta forma y se bajaron de el caballo .Le dijo a Murong Qiang .
-Quédate detrás de mi.

Sacó su espada de su vaina, intercambio golpes con los cultivadores y en un par de segundos mató a los cultivadores que los seguían. Los dioses esperaban su turno.

-¿Qué hacen los dioses persiguiendo a un niño indefenso?.

Qué extraño por que nosotros nos preguntábamos algo similar. ¿Qué haces protegiendo a ese niño?. ¿Lo proteges por te reflejas en él?. Los dioses se rieron.

Su shizun no se sintió intimidado por los dioses.-Espero que ya encuentren tu remplazo en el cielo por que si intentas tocarlo, no saldrás con vida. El aura de matar en lo ojos de su shizun asustó a los dioses, aún con la máscara puesta esos ojos atemorizarían a cualquiera.

Recuperaron la compostura al recordar algo.-Es contra las reglas matarnos entre nosotros, o es que quieres poner al cielo en contra de ti.

-Creí que el cielo ya estaba en mi contra. ¿Crees que estoy mintiendo?. Intenta dar un paso para probar que tan enserió estoy hablando. La mirada arrogante de los dioses se esfumó cuando vieron que hablaba enserió, estaba dispuesto a matarlos.

Conocía a estos tipos tan arrogantes, pero a la vez tan cobardes no se arriesgarían a pelear contra él, no eran tan estúpidos.
-A ver cuanto tiempo duras protegiendo a esa cosa. Los dioses se fueron.

Sintió que algo jalaba de su ropa. Miró y era Murong Qiang que se sostenía de él.-Se espantaron son unos dioses muy lamentables, ¿cierto?

El joven Murong Qiang asintió adorablemente.

-Tu has tenido más agallas al enfrentarme que esos dioses, eso es impresionante. Acaricio el cabello de Murong Qiang.

La secta de Luna Creciente cayó y con la secta toda su gente murió. Los pocos sobrevivientes que lograron escapar fueron cazados por las sectas de cultivación y por demonios. No eran lo únicos a los que estaban cazando, también a Murong Qiang y a su shizun los continuaban cazando. Nunca se establecían en un lugar por mucho tiempo, viajaban constantemente. Hasta que las cosas se calmaran. Los cazaban sin descanso por que un hechicero de el camino demoniaco descubrió que los pertenecientes a la secta Luna Creciente tenían propiedades únicas que podían ser de utilidad para hechizos complicados o hasta para mejorar en el cultivo. Lo que hizo que muchos se arrepintieran de haberlos matado y no encerrarlos para su consumo.

Cuando se detenían a hospedarse solo lo se establecían por tiempos cortos, Murong Qiang entrenaba con su shizun todo el tiempo. Así estuvieron por un par de años hasta que un día acampaban en el bosque. Cuando los demonios los encontraron con lo cultivadores .

Su shizun gritó.-¡Vete! ¡yo me encargaré de ellos!.

No tenían idea de cómo ambos lados los encontraron al mismo tiempo pero no podían detenerse a pensarlo en un momento así. Murong Qiang no quería dejarlo solo habían luchado juntos muchas veces para sobrevivir. Pero como eran muchos esta vez le pidió que se fuera.

Murong Qiang tomó su caballo y su espada, se fue.

Los demonios que lo atacaron eran fuertes con sus fuerza unidas a las sectas marciales igualaron la fuerza de los dioses. Lograron hacer un corte que rebano su máscara partiéndola en dos dejando a la vista el rostro que ocultaba .

La Luna Llena De Sangre Bermellón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora