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Día de descanso, por fin podía descansar después de aquellos tres días en los que las ventas fueron demasiadas y es que no le molestaba al contrario, estaba feliz por qué su pequeña florería haya tenido muchas ventas así como ventas de otros domicilios, pero ya se merecía ese descansó y dormir una buena siesta sin embargo no podía dejar de pensar en una cosa; ese chico podría ir denuevo a comprar flores, no era algo habitual que suela hacer todos los días pero esos tres días siempre compraba lo mismo al igual que le podía consejos sobre como cuidarlas para que no se marchiten entendía que lo hacía por el tema de su madre enferma y es que el hospital donde lo a visto entrar no está demaciado lejos de la florería sin embargo sabia que denuevo iría y no los encontraría. Suspiro echando la almohada a su rostro ¿debía entregárselas en un día sin trabajo? simplemente me podría decir a mochi que lo haga pero recordaba que el de cabellos negros visitaba a sus familiares por lo tanto no estaría el día de hoy hasta mañana por medio día que es cuando nuevamente tienen que trabajar. se levantó y suspiro con pereza mientras miraba la hora en su teléfono celular 10:14 am, kakucho solía llegar a la media hora por lo que aún tenía tiempo disponible para ir a su paso, tomo sus pertenencias se puso su calzado y salió del apartamento en dirección hacia la florería.
llegó cansado y jadeando tratando de recuperar el aire perdido, se había distraído buscando un aperitivo el cual comer en el camino sin embargo kakucho aún no llegaba estaba de suerte el día de hoy ya que no lo vería de esa manera decidió esperarlo, miro a las esquinas de la calle y no lo vio suspiro tomando asiento en la pequeña silla junto a una mesa que solían tener afuera del local, tal vez sentía pena por el por el hecho de tener a su madre enferma y al cual quiera hacerla feliz regalandole flores pero no entendía esas emociones que llegaba a tener en su pecho y es que no es gay eso ya lo a aclarado pero la forma en la que el chico de cicatriz lo mira hace que se ponga nervioso,la manera en la que sonríe hace que su corazón late a mil por horas y esa risa que sin duda pagaría por escucharla todos los días tantas emociones que le había echo despertar en su ser que no encontraba una respuesta clara a ellas.
- Buenos días. -
Sobresalto al escuchar su voz, tosió escupiendo un poco de su bebida sobre la mesa y se disculpo mientras giraba su cabeza encontrándose con el menor.
- Hola. - saludo.
- Hola, No sabía que estarían cerrados el día de hoy. - sonrió nervioso.
- Ah..de echo si, hoy cerramos, pero puedo atenderte vas al hospital ¿Cierto? - asintió. - bueno eh..puedo abrir solamente para ti.
- ¿En verdad? Muchas gracias, que amable eres.
shion sonrió y se dispuso en abrir la tienda no sin antes decirle al chico que pueda sentarse en lo que esperaba también el pedido de los girasoles, una vez abierta la tienda entro y comenzó en tomar los girasoles mas bonitos y brillantes, también tomo una rosa roja la cual escondería entre los girasoles, acomodo las flores en el papel blanquecino y los enrollo en la cinta azulada, salió y le entrego el ramo.
- Son 300€ chico. -
Una vez que el dinero fuera entregado sonrió y agradeció por su compra, kakucho solo lo miro antes de sonreírle con un sonrojo entre sus mejillas.
- Trata de esconder bien las rosas. -
- ¿Disculpa?-
Kakucho saco la rosa entre los girasoles y rio, shion se sonrojo y desvío la mirada no solo era malo disimulando si no que también en ocultar cosas era malo.
- Muchas gracias por la rosa y los tulipanes de los días anteriores. - sonrió.
- No tienes que agradecer, lo hago por amabilidad. - respondió sin mirarlo.
- ¿Amabilidad? - asintió. - que dulce de tu parte, debes hacer lo mismo con los demás clientes ¿no?
negó, suspiro pesadamente y lo miro.
- No de echo, eres el primer cliente al que le regaló flores después de la compra..
bajo la mirada, estaba nervioso y no entendía el echo del por qué sentirse de esa forma, de alguna manera ya esperaba alguna mala respuesta de su parte sin embargo solo vio como un girasol era mostrado frente suya, lo miro y lo tomo entre sus manos.
- uhm..¿gracias? -
- Es para ti, eres muy amable nadie a tenido un gesto tan lindo conmigo, el girasol es un pequeño obsequio también de mi parte.
Miro el girasol y después al pelinegro para después sonreírle mostrando sus dientes, sus mejillas también habían tomado un color carmesí en el momento.
- Gracias, la cuídare mucho. -
El pelinegro asintió y sonrió haciendo una reverencia para después despedirse, se despidió de igual manera mientras lo veía alejarse del lugar, un suspiro salió de sus labios y al no verlo más decidió cerrar la florería denuevo ese chico lo había echo sentir esas emociones de antes y de alguna forma sentía lindo dentro de su pecho.
