AFTER HANNAH Duskwood fanfic (Jake X MC)

Dark-Room

tres horas llevó al pelinegro convencer al chico al otro lado de la pantalla para que le acompañase en su investigación en el pequeño pueblo de Duskwood, sin embargo este termino cediendo, el único problema es que su compañero virtual se encontraba localizado en Andorra, España, una ciudad que puede funcionar como paraíso fiscal a quienes producen dinero vía internet, el trato era que Phil pagaría el boleto de avión hacia Coleville, y pasaría por el, todo parecía estar bien, saldría al día siguiente y Darkness se haría cargo de los gastos, todo sin que el pequeño sospechara de la trampa que le seria tendida.

─Iré yo solo por el al aeropuerto, si te ve querrá huir.─

─Lamentablemente no te equivocas, el no me perdonó jamás lo que hice...─

─¿Te refieres a tu favoritismo con Jake?─

─Si, lamentablemente puse a mi hijo por sobre todas las cosas descuidando a mi hermano, no podía ver los errores que Jake cometía, estaba cegado por el amor que le tenia a ese niño que no veía el daño que le hice a mi propio hermano.─

ambos sabían que eso había marcado al menor quien creció con su corazón lleno de odio por las comparaciones que su propio hermano hacia con él, el cual había preferido a un huérfano que encontró en la calle que a quien compartía su sangre.

Ambos volvieron a casa, primero Phil, quién llegó con una bolsa de vasos y unas botellas de whisky para disimular.
Al entrar Jake estaba sentado en la sala.

—¿Que tal la clase de cócteles?.— preguntó Jake.

—¿Que cócte..?... Ah, si, la clase de cócteles, bien, ¿quieres probar uno con whisky? Tengo muchas cosas en la cabeza... Estoy un poco desconcentrado....— mintió.

—Un trago no me vendría mal...—

Ambos chicos se encontraban bebiendo, ya con un par de bebidas encima notaron a un auto estacionarse frente a la casa.

—¿Será tu padre?— preguntó Phil.

—Tal vez...—

El vehículo se detuvo y se escuchó una puerta azotarse, seguido de unos pasos tranquilos pero firmes, Jake solo podía ver el vaso entre sus manos, no sabía si las copas que tenía encima mezcladas con el canabis en su cuerpo lo estaban alterando o si la presencia de su padre lo hacía sentir dependiente de el, pero en ese momento todo su alrededor se nubló, dejándolo en una gris atmósfera dónde nuevamente volvía a ser ese niño, semi desnudo en ese callejón, temblando de frío, con la mirada perdida en el cadáver de un gato a medio congelar que se encontraba al otro lado del callejón, solo y con sangre seca, congelada saliendo de su cuerpo, hasta que una figura se paró frente a él.

El calor que su padre le brindo desde el momento que lo acogió le hacía sentir que la vida valía al menos lo mínimo para el. Sentado y con el mundo dándole vueltas volteo al hombre que entraba al hogar y este inmediatamente corrió hacia el, lo abrazo y un llanto casi interminable salió de sus ojos sorprendiendo al mayor quien no dudo en consolarlo, brindándole apoyo y una suaves caricias en su cabeza, Jake podía oler el suave perfume que siempre usaba, al punto que se encontraba impregnado en todo lo que le pertenecía.

—Hijo...—

—Ya no se que hacer.— interrumpió. —Estoy perdido... No tengo nada... Estoy estancado...— su voz era suplicante y llena de agonía. —No tengo una sola pista sobre ella... Ni siquiera sé si sigue con vida...—

—Jake... Llorar no te dará ninguna pista— su voz era firme y fría. —Ni tu ni yo estamos especializados en este trabajo... Pero ya verás que la vida nos... Traerá la pieza que necesitamos...— dijo mientras veía de forma cómplice a Phil quién solo sonrió.