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Viernes. Último día de clase para la semana. 

Mitsuba, quien estaba sentado en su pupitre, revisaba las fotos que había tomado ese día en el almuerzo y otros momentos. Borraba algunas que habían salido borrosas o que no le hayan gustado, dejando así las que le parecía que habían quedado más bonitas.

Era ya casi fin de semana, y como había hablado con Kou sobre lo del acuario, mañana como se debía iban a ir a aquel lugar lleno de criaturas que respiran bajo el agua y que siguen las reglas de la naturaleza. 

Un lugar lleno de tonos de azules y otros colores que al de cabellos rosas le gustaría tener en su cámara. Y en eso, se le vino una idea.

¿Y si compraba un álbum?

No sería mala idea, tenía el dinero, seguramente en el camino se encontraran con alguna tienda para comprarlo. Se decidió por eso, llevaría el dinero para comprar su álbum, y se reuniría con Kou en el parque cerca de la estación para ir al acuario.

Y así llegó el sábado.

El tan esperado, Sábado.

Kou se encontraba en una banca, escuchando algo de música mientras esperaba al de cabellos y orbes rosados. En cuanto lo vio, se puso de pie y se quitó los audífonos, saludando al ya mencionado. 

¡Mitsuba! —. Saludó—. ¿Cómo estás?¿Listo?

Ah, sí—. Se rascó la mejilla ante esto—. Oye Minamoto-Kun, ¿podemos ir a una papelería luego del acuario?

¿Mh? ¿Y eso?—. Kou reflejó duda—.

— Ah, bueno, estuve pensando, me gustaría tener un álbum, ya sabes... para poner mis fotos allí.

A Kou no le desagradó la idea, así que luego de un "Sí, claro" de su parte, ambos caminaron hacia la estación de buses, donde tomaron uno para llegar al lugar.

Al llegar, el frío del aire acondicionado que llegaba a cada rincón los recibió, y la calma que transmitía lo que sus ojos veían los fascinó, a tal punto que una vez entraron, Kou salió diparado hacia uno de los estanques, acercando su cara para poder apreciar más de cerca a las criaturas marinas.

— ¡Mitsuba!¡Ven a ver! —. Gritó el chico rubio, de acto seguido, el de orbes rosas hizo lo que le pidió—. Mira, son medusas. ¿No te gustaría tenerlas en tu álbum?

El peli rosado dio una mirada a la cara sonriente de Kou, para acto seguido tomar una foto de éste último, sin que se diera cuenta. Al momento que el rubio abrió los ojos y preguntó si ya tenía la foto, Mitsuba asinitó, para luego proseguir a caminar.

A todos los estantes que iban, o a las atracciones tal vez, Kou pensaba que Mitsuba le sacaba un par de fotos a los animales, peces, cangrejos y otras criaturas. Pero algo diferente pasaba.

Mitsuba solo le tomó fotos a Kou, y eso era lo que iba a poner en su álbum. Sí, él sabía, siempre le había dicho a todo el mundo que tomar fotos de personas era "aburrido" y que no tenía caso, pero él era diferente. Bueno, para el Sousuke, Kou Minamoto era especial, su sonrisa, su cabello, sus ojos azules, todo. Su manera de ser era lo que más le gustaba, tenía una manera especial de ser él, y aunque eso a veces lo molestaba, siempre terminaba por sonreír al acto.

En fin, al final del día se encaminaron a una papelería que había cerca, muy oportuno si lo preguntan. La cajera, muy amable de por sí, les hizo el favor de atenderlos, y de cobrar el álbum.

Y ahora, tenemos a nuestros protagonistas camino a casa.

Wah, amo ir allí. —. Agregó Kou.

Tenías razón, ese lugar es lindo, me gustaron los tonos de azules que se veían. — Respondió Mitsuba, tomando en sus manos el álbum recién comprado.

¿Ves? Te dije que lo amarías—. Sonrió el rubio, haciendo sonrojar un poco al contrario. Éste miró a otro lado, y para su sorpresa, ya estaba en su casa. — Bien, llegamos.

Mitsuba subió las escaleras que llebavan a la puerta del apartamento, mirando hacia atrás y observando a su acompañante.

¿Estarás seguro en el camino a tu casa?—. Preguntó—. Tengo miedo de que algo te pase...

Aw, ¿Estás preocupado por mi?—. El de cabellos rosas se sonrojó una vez más—. Estaré bien, no te preocupes.

Al despedirse, Mitsuba entró en su casa, siendo recibido por su madre.

Ah, Sousuke, bienvenido—. Su madre sonrió gentilmente.

Hola, mamá.— Saludó a la mencionada, subiendo rápidamente a su habitación, dejando su bolso a un lado y tirándose rápidamente en su cama. Agarró una almohada, sonrojándose al recordar todo lo que había hecho hoy.

Ahora tenía casi 20 fotos del rubio, y eso lo hacía feliz.

Moshi_.


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⏰ Última actualización: Mar 15 ⏰

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