Los días pasaron lentamente para Jeonghan, la universidad era cada vez más agotadora y sus turnos en el bar ya no eran suficientes. Sowon estaba cada vez más irritable por el embarazo y su humor era tan cambiante que incluso sus padres rehuían de ella. A veces extrañaba su anterior estilo de vida, cuando en las mañanas encontraba un gran desayuno y no restos de la cena o un tazón de ramen instantáneo. Había depositado su cheque en su cuenta universitaria, la que según su esposa debía estar vacía, por lo que esperaba el mejor momento para comprar su traje. El asistente Kim acordó con él los detalles de la noche e incluso él entregaría el traje aparentando que su madre lo mandó y así Sowon no sospechara nada.
Fue difícil convencerla de que le permitiera ir al evento solo, insistía que siendo su esposa también debía ir, pero cómo hacerlo si su padre le advirtió no llevarla. Sólo entró en razón cuando Jeonghan le dijo que posiblemente sus padres poco a poco iban aceptando su relación, que debía ser más paciente al respecto y esperar al momento adecuado.
Con la excusa de estudiar con Seungcheol, Jeonghan salió del apartamento para buscar el atuendo más adecuado para él; su coartada estaba tan bien cubierta ya que sabía que Sowon jamás hablaría con su amigo, no se agradaban mutuamente. Choi nunca aceptó que se casaran tan jóvenes y menos que rechazara a sus padres por ella.
Al salir del probador, Jeonghan se miró asombrado al espejo, era una especie de dejavú mirar lo que fue del heredero Yoon. ¿Dónde se había escondido ese bastardo? Tal vez detrás de un mandil y cuentas de hospital que se iban acumulando. El traje negro de solapas largas y pantalón recto negro iban acordes a la forma de su cuerpo y su cabello negro, su esposa insistía en que debía pintarlo de rubio, pero le gustaba cómo se veía. Las dependientas trataban de mostrarle diferentes tipos de corbatas para el cuello francés de su camisa blanca, pero ninguno le convencía; estaba gastando una fortuna en ese traje a su medida cómo para que un grupo de mujeres que sólo buscaban ser favorecidas por un hombre rico le estuvieran fastidiando en vez de ayudar.
-¿Joven Yoon?- esa voz la conocía, había pensado en él desde que lo conoció en el restaurante y el intercambiar mensajes sencillos no había hecho nada para aliviar esa nueva necesidad- ¿es usted?- a su espalda un hermoso Joshua Hong se encontraba tomado de la mano con un pequeño niño de ojos grandes y rasgos mixtos.
-Joshua, te dije que me tutearas- sonrió satisfecho ante la risa tímida del otro, mientras Hansol los miraba confundido.
-Lo siento Jeonghan, tienes razón- con su pequeña manita, Hansol llamó la atención de su padre.
-Papá- susurró el niño ante la situación incómoda.
-Lo siento cariño, te presento a Jeonghan, un amigo mío- Yoon guardó la compostura ante la palabra padre, recordándole su posición y que era un hombre casado- Jeonghan, él es mi hijo Hansol- entendía que se trataba realmente de su sobrino, pero su madre murió cuando él era casi un bebé, por lo que seguramente fue más fácil para Joshua criarlo como si fuera su hijo.
-Un placer- respondió extendiendo la mano al niño, el cual la tomó firme, cualquiera que se quisiera acercar a su papá Joshua debía pasar sobre él.
-¿Qué haces por aquí?- preguntó Joshua mirando atentamente a la caída del traje y cómo Yoon se miraba muy bien en él.
-Eligiendo algo para una cena de mi madre- suspiró haciendo una seña con su mano para que las mujeres se alejaran de él con las malditas corbatas.
-¿Su cena de la fundación?- preguntó Hong interesado.
-Sí, ¿asistirás?
-Yo formo parte de la fundación, trabajo en conjunto con tu madre- qué pequeño era el mundo de los poderosos en Corea.
ESTÁS LEYENDO
The right choice
FanfictionLas decisiones determinan la vida, sin importar si son buenas o malas. Jeonghan tomó una elección a sus veinte años y fue desheredado; ahora, gracias a Joshua, recuperará su posición social y su jugoso fideicomiso, lo único que necesitaba era sacrif...