𝟏𝟐. 𝑳𝒂 𝒄𝒆𝒏𝒂

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HOY ERA EL DÍA DE LA CENA EN CASA DEL dios Frey y su esposa Gerda

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HOY ERA EL DÍA DE LA CENA EN CASA DEL dios Frey y su esposa Gerda.

Al salir del castillo nos dividimos en carruajes, Odín y Frigge en uno, Thor en su corcel y Loki y yo en el otro.

En el camino al palacio Loki me contó la historia del matrimonio con quien cenaríamos. Él es el dios del sol y la lluvia que recibió la Espada de la Victoria pero la abandonó por tener el amor de Gelda, una gigante. Pero por culpa de su enamoramiento se convirtió en un ser distraído y melancólico. Y como regla principal no admiten armas en el palacio.

— Loki, no admiten armas. — Le dije una vez terminó su explicación refiriéndome a las dagas que oculta siempre en su traje.

— ¿Mejor? — Dijo este sacando sus dagas y haciéndolas desaparecer con su magia. — ¿Quién quiere armas teniendo magia? No soy fan vulgar como Thor.

El resto del camino transcurrió con conversaciones normales con algunas opiniones del chofer del carruaje por parte mía.

Al llegar al palacio nos recibieron unos soldados que nos llevaron hasta el comedor donde se encontraban el dios y la gigante.

Me sorprendió mucho verla, sabia que existían pero nunca había visto ninguno más allá de las historias para niños.

— Bienvenidos a nuestro hogar. — Dijo Gerda dándonos la bienvenida.

Creo que fue uno de las peores cenas de mi vida. La comida en si estuvo bastante bien pero cada vez que abrían la boca me quería morir. Solo hablaban de cosas suyas o de la boda de Loki y yo, en realidad la única que hablaba era Gerda, a Frey no lo escuché decir ni una palabra.

— ¿Quieres que nos escapemos? — Me susurró Loki antes de que trajesen el postre. — Gerda nos va a dar vía libre para hacerlo con un comentario estúpido.

— Cuando quieras. — Le dije también susurrando.

— Si no os importa a mi querida Dahlia y a mí nos gustaría estirar las piernas un rato. — Dijo Loki colocando la servilleta y levantándose. — Una cena exquisita. — Dijo esta vez dirigiéndose en especial a los anfitriones. — Milady. — Terminó ofreciéndome su brazo.

— Loki. — Le reprimió su madre.

— No se preocupe alteza, todos sabemos como son los jóvenes y más con el entusiasmo que tendrán por la boda. — Dijo Gerda justo como predijo el ojiverde.

Loki y yo nos fuimos del comedor y empezamos a caminar por los pasillos.

— Justo como predijiste. — Le dije.

— ¿De dónde crees que viene mi fama? — Dijo poniendo un brazo sobre mis hombros.

— ¿Me haces una demostración de magia? — Le pregunté.

— Por supuesto mi reina, ¿le parece si hago esto? — Dijo transformándose en un superhéroe de la tierra. — O si me convierto en la mujer más hermosa que he visto nunca. — Dijo transformándose en mí. — ¿Suficiente magia?

— ¿Algún día me enseñarás?

— Claro. — Dijo acercándose a mí y poniendo un mechón de pelo detrás de mi oreja.

Ya nos habíamos besado una vez pero no fue real y no se sentía para nada como ahora. Ahora había una tensión y una pasión que se notaba al otro lado del pasillo que nos queríamos besar.

 Ahora había una tensión y una pasión que se notaba al otro lado del pasillo que nos queríamos besar

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𝑴𝒚 𝒐𝒉 𝒎𝒚 ··𝑳𝒐𝒌𝒊 𝑳𝒂𝒖𝒇𝒆𝒚𝒔𝒐𝒏··      Donde viven las historias. Descúbrelo ahora