Capítulo 4 - Inmortalidad

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Que irónica es la vida, tenerlo todo para perderlo en un abrir y cerrar de ojos, ya nada me importa, ser o no ser esclavo de krul, nuevamente debo mi vida a una chica, ya no voy a caer en esos trucos de ser el héroe y salvar vidas, sangre, mucha sangre es lo que necesito, sean demonios, caídos, todo lo sobrenatural ya no me importa, ellos quisieron un traidor muy bien les daré uno, yo seré su verdugo.

Una vez que el castaño y la vampira habían abandonado dicha cabaña estos prosiguieron su camino, su destino yacía en aquel mausoleo en el cual había emergido krul Tepes.

Mientras ellos su recorrido Issei notaria que su cuerpo iba cambiando lentamente, su piel poco a poco se notaba mas pálida, sus sentidos se iban agudizando con forme pasaba los minutos, el chico no le tomaría importancia a eso, tras varias horas de estar corriendo por el denso bosque estos llegarían a un pequeño pueblo.

Recuerdo este pueblo, estamos a un día de nuestro destino - diría kurl.

Bien, quiero hacerte unas preguntas, ya que he notado cambios en mi cuerpo - diría el castaño seriamente.

Se por donde va esto, bien solo busquemos algún lugar privado - diría la pelirosa de igual manera con un tono serio.

Ambos chicos se dirigirían hacia lo que al parecer era el único hotel de aquel pueblo ya que no era muy grande que digamos, una vez que el chico se disponía a recoger las llaves de la habitación Issei se quedaría paralizado ya que sentiría el fluir de la sangre que recorría el cuello de aquel hombre que era encargado de aquel hotel, esto seria notado por la vampira quien rápidamente tomaría las llaves y alejaría al castaño de aquel hombre antes de que el semi vampiro cometiese un acto que los pondrían al descubierto.

Una vez que la pareja ingresaría en la habitación Issei caería al suelo de rodillas.

Pero que fue eso, sentía como que quisiera destrozarlo por completo y beber su sangre - diría el castaño asustado del acto qu casi comete.

Eso es normal en alguien como tú, no debes preocuparte por el alimento poco a poco te iras acoplando a tu nuevo estilo de vida - diría la vampira con un tono sereno.

Entonces lo he estado experimentando en estas ultimas horas ha sido parte del cambio - diría el chico reincorporándose y a su vez sentándose en el filo de la cama.

Si, solo mírate, ya no eres humano, tampoco un dragon ahora eres ambos, tampoco se como explicarlo ya que esto es algo único y nuevo, una combinación de dos especies muy diferente, en el caso de los humanos estos dejan de serlo para volverse completamente un vampiro.

Pero tu al poseer la carne y sangre de Gran Rojo y al combinarla con mi sangre formo un nuevo ser, una nueva clase de vampiro, bueno casi vampiro ya que aun solo bebes mi sangre, la cual solo es tu sustento temporalmente ya que muy posiblemente debas beber sangre humana para terminar el proceso - diría la chica seriamente.

Sangre, humanos, acaso mi vida ya no es normal - se decía el chico.

Se lo que estás pensando, Issei y temo decir que es verdad, tu ya no debes estar con los humanos, ya que para nosotros son simplemente son bolsas de sangre andantes, nunca pedimos esta vida, pero solo nos toca seguir la ley de la naturaleza, ser la presa o ser el cazador. - diría la vampira serenamente.

La noche había caído en aquel pueblo, una noche fría y helada, Issei al ya no ser humano lo frio ya no le afectaba pero de igual manera se encontraba usando un abrigo que había conseguido gracias a krul que de igual manera usaba uno, ella solo lo usaba para aparenta ser normal ya que a la vampira poco o nada le importaba el frio pero como se encontraba en aquel pueblo debía actuar como una de ellos, la chica podía destruir a todos sus habitantes pero no lo hacia ya que corría el riesgo de alertar a las facciones y la reina vampiro no quería lidiar con eso, por lo que por el momento se mantendría al margen.

Gota de sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora