Jihope_ 🌅BREAKING DAWN🌅

🌅 πέντε🌅

El viaje se hizo largo, luego de llegar al aeropuerto y tomar el vuelo, siguieron un par más, Hoseok prefirió no preguntar, pues él no sabía en donde Jimin había tomado la decisión de pasar la luna de miel, por ahora lo único que sabía es que estaba bastante lejos y probablemente estaba costando mucho el viaje, claro, Jimin no parecía quejarse del vaciar su cartera, sin embargo él estaba un poco inconforme.

No era necesario tanto, incluso con tener su luna de miel en el bosque de casa estaba bien, él solo quería estar junto a Park.

El avión aterrizo y luego de un par de indicaciones de la sobrecargo Hoseok al fin pudo respirar con algo de paz, estar en tierra firme se sentía genial, se decía mientras estaba caminando sobre el mismo lugar en espera de su esposo.

—¿Listo para irnos?—. Detuvo su imperatividad para mirar a su esposo, quien ofrecía su brazo para que lo tomara, mientras sus manos eran ocupadas por las dos enormes maletas.

Hoseok frunció el entrecejo, mirando con cautelada.

—Dime que no habrán más vuelos, por favor—. Casi suplico haciendo reír al mayor, quien negó, acercándose unos pasos para besar la frente fruncida del menor, relajándola al contacto.

—Solo un viaje en taxi, damos una vuelta por la ciudad y una embarcación.

Hoseok bufo con la poca información dada.

—¿Me vas alimentar?—. Jimin asintió, comenzando a caminar con Hoseok tomando su brazo.

—¿Qué tipo de esposo crees que soy? ¿De los que dejan a sus bonitos esposos morir de hambre?—. Hoseok negó ante las palabras sarcásticas de su esposo.

Ambos se dirigieron al taxi que parecía esperar por ellos, Hoseok se adentro al vehículo mientras Jimin subía con ayuda del chofer las maletas, hubo momentos en los que él quiso ser de ayuda con el equipaje, pero luego de que Jimin se lo negare en el primer vuelo, se dijo que era mejor que el vampiro se hiciese cargo de todo.

Jimin entro al vehículo, haciendo una seña al menor que tomo la invitación de medio recostarse en su pecho, con sus manos entrelazadas, las ventanas estaban abiertas, por lo que el paseo les permitió ver las calles de Brasil repletas de gente, unos bailando otros tocando batucadas, comiendo y riendo.

Hoseok se sentía maravillado, todo eso era fantástico, nunca pensó ver ese tipo de cosas en su vida, por lo que no dudo en vislumbrarse ante todo el ajetreo brasileño, Jimin simplemente se reía de las expresiones que su pequeño lobo hacia.

—Pare, por favor, mi esposo y yo queremos seguir el camino a pie, ya sabes que hacer—. Pidió amablemente al conductor, extendiendo el dinero que fue tomado, mientras se estacionaba el auto.

Jimin se bajo, siendo seguido de un medio confundido Hoseok, quien tomo su mano entrelazándola con la del mayor.

—¿No robare el equipaje?