BLACK DAGGER

CAPITULO 8 ¿CUÁNTO VALE UN KOBOLD?

Antes de dejarnos entrar, los guardias con miedo volvieron a preguntar algo.

~ Disculpe joven Black, pero ¿Cuál es el motivo de que lleve esa mascara?

Sabía que tarde o temprano preguntarían por ello, mas nunca pensé en algo que decir, justo cuando estaba tocando el cinto donde tenía colgada la funda con mi daga, Jazlyn hablo nuevamente.

~ Mi hermano de pequeño fue maldito y si alguien ve su rostro se puede convertir en piedra, por eso es necesario que siempre tenga la máscara puesta.

~ Woow que desafortunado.

~ Ni que lo digas viejo, es un joven tan genial, ser obligado a llevar siempre esa mascara fea, pobre de él.

~ Muy bien, pueden pasar, disculpen que hallamos preguntado.

Ahora sí, sin ningún impedimento nos dispusimos a caminar por la ciudad, logre ver tantas cosas, que pese a ser la primera vez que estaba aquí sentía como si ya las hubiera visto antes, es probable que en mi otra vida haya sido.

Amon pregunto a un ciudadano que pasaba a nuestro lado sobre la ubicación del gremio de aventureros, entonces este amablemente le dio instrucciones, luego de caminar unos cinco minutos llegamos a nuestro destino, era una especie de casa grande con una puerta enorme de hierro, al centro de esta un sello de un león, entonces Amon la intento abrir, pero esta no se movía, me dispuse a ayudar. Con una sola mano logre mover la puerta sin esfuerzo.

~ Woow hermano, ¡eres súper fuerte!

~ ¿Era pesada esa mierda?

~ Hermano, ¡muy pesada!. No me gusta presumir pero yo fácilmente puedo cargar más de 150 kg, por eso me sorprendió el no poder mover la puerta. Pero me sorprendió aún más que mi hermano mayor con una sola mano y sin esfuerzo la lograra abrir.

~ Mmm bueno, si tú lo dices...

Al entrar, todos los sujetos nos voltearon a ver. Se escuchaban murmullos como, "¿cómo diablos entraron esos mocosos aquí?", "este lugar no es para críos", "¿no saben en el infierno que entraron?". La verdad le di poca importancia, de un vistazo y sin usar mi habilidad de observación la mayoría de estos idiotas se ven más débiles que los guardias de la entrada. Se han de creer muy valientes solo por ser mayores que nosotros y tener esas caras de culo. Me da igual quien sea si llegasen a molestar a alguno de mis hermanos, ¡rodaran cabezas!.

Justo cuando estaba inmerso en mis pensamientos violentos, de repente se rompió el silencio con la linda voz de una chica.

~ Hola jóvenes, soy la recepcionista de este lugar, ¿en qué puedo ayudarlos?

Al voltear a ver de quien era tan hermosa voz, solo pude comprobar que la chica que había hablado era una preciosura, si los ángeles estuvieran en la tierra estoy seguro que serían como ella.

Una chica que medía 1.60 de altura, labios rojos hermosos, unos ojos verdes de ensueño, piel blanca como porcelana, una nariz afilada que reflejaba la perfección, pestañas largas, un cabello ondulado color castaño precioso y un cuerpo que enserio sería una obra de arte. Me quede absorto al ver tan hermosa mujer, creo que mis instintos de hombre me traicionaron. De repente Amon fue el que contesto.

~ Mi dulce dama, si no es mucha molestia venimos a vender restos de cuerpos de kobolds y a cobrar una recompensa por acabar con los mismos.

De repente muchas risas odiosas resonaron en todo el lugar.

~ Unos críos viniendo aquí a vender restos de kobolds, jajaja eso ni en sueños pasaría.

~ Cierto, los kobolds no son malditos goblins. Estos son mucho más fuertes, para matar solo uno de jodido requieres ser un aventurero clase B para lograrlo y son muchos años de entrenamiento duro para llegar ahí. Además aun siendo un aventurero clase B, seguiría siendo difícil apañárselas para joder a uno de esos hijos de perra.

~ Unos mocosos de mierda diciendo estupideces frente a nosotros, aventureros veteranos, ¿creo que solo vienen a buscar problemas?

~ ¡Cierto!, mostrémosles que este no es un lugar para jugar.

Cuando infinidad de idiotas seguían diciendo estupideces, Amon arrebato de mi mano la bolsa que cargaba y mostro el contenido a la chica hermosa que prestaba su servicio como recepcionista.

Al ver el interior de la bolsa que asemejaba más un costal grande, logro ver las cabezas de los 10 kobolds, esto logro que quedara pasmada con una expresión de sorpresa. En ese mismo momento todos los imbéciles que decían mierdas, dejaron de hablar y un silencio de muerte inundo el lugar.

~ Woow, esta es la primera vez que logro ver tantos en un solo lugar. ¿Cuándo los mataron?, ¿Tienen mucho tiempo de diferencia en las muertes de cada uno?

~ Los matamos hoy. Y lo de las muertes, ¿eso importa?

Respondió Amon.

La linda chica volvió a sorprenderse, mostro una linda sonrisa, y respondió.

~ Veras, entre más frescos sean estos cuerpos, mas valdrán, regularmente mientras haya pasado menos de un día sería suficiente, pero al ser tantos es difícil el creer que todos sean de hoy.

Al escuchar eso en esta ocasión yo conteste.

~ Yo mismo mate a todos estos bichos apenas hace una hora.

Todos los que escucharon mis palabras se congelaron. Pelear contra un kobold ya era difícil, pero matar a 10 al mismo tiempo, ¡era una maldita locura!.

La chica mostro nuevamente su hermosa sonrisa, pero ahora con un tono más serio dijo.

~ Woow la verdad que me has sorprendido. Nuestro gremio desearía comprar todo lo que nos vienes a traer, deseamos comprar cada cabeza por un precio de 5 monedas de oro, y daremos 20 monedas de oro extra debido a la gran frescura de estas.

La verdad desconocía sobre el valor de las monedas, pero las expresiones de mis hermanos eran tan ridículas, que podría asegurar que era un buen precio.

~ Además por haber cumplido la misión de subyugación de estos kobolds que amenazaban la tranquilidad de la ciudad, daremos otras 50 monedas de oro. Solo tenemos un pequeño problema...

~ ¿Cuál sería?

Pregunte.

~ Veras, nunca pensamos que serían aniquilados tan rápido y de un solo tajo, por el momento solo puedo darte 50 monedas de oro, mañana que regrese el jefe del gremio pagaremos lo demás, ¿te parece bien?.

~ No veo inconveniente alguno, señorita.

Conteste cortésmente.

~ Muchas gracias por hacer negocios con nosotros, espero que podamos volver a hacer compras con usted en un futuro.

Nos dieron las 50 monedas de oro en una bolsa de tela roja y nos dispusimos a caminar a la salida del lugar sin escuchar ni un solo ruido.