Sustento de alegría

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Cuando me deprimo
y no encuentro el motivo.
Me gusta comer helado,
así sea de fresa o mantecado.

Cualquier sabor,
cualquier color,
al estómago y al corazón
sienta mucho mejor.

Su estructura congelada
libera mi alma atrapada.
Esa dulce sensación
provoca en todos gran fulgor.

¡Señor retire mi pedido!
Devuelva esa copa de vino
y en su lugar traele a esta señora de treinta y ocho,
dos bolas de helado con un poco de bizcocho.

Pensamientos dentro de un abismo...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora