05

904 140 4
                                    

Yibo salió de su departamento exactamente cuando su nuevo vecino cerraba la puerta, era un chico pelinegro, anchos hombros y llevaba una camisa blanca.

Un bello y perfecto omega.

Caminó rápido, para luego correr sin rumbo.

Solo quería alejarse, él sabía la reacción que hacían las personas cuando lo miraban.

—Maldición — disminuyó el paso, cerró los ojos por un momento, pero los abrió lentamente y siguió su camino directo a su trabajo.

¿Por qué era tan perfecto?

Ahora mismo era un alfa completamente nervioso por un omega.

F E ODonde viven las historias. Descúbrelo ahora