hey Finn.

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Finn, Finney; eran completamente dos personas distintas, uno podía hacer todo con tal de estar con quiénes amaba sin importar el sacrificio.. y otro se escondía en la sombra esperando no estar en la boca del lobo.

El sudor corría por su piel, apretando con fuerza el cable mientras era empujado agresivamente por el asesino, el cable ahorcaba al indebido quien trataba de desesperadamente sacarlo de su cuello pero no tenía intensión de irse sin hacer venganza por todos los que murieron.

Más apretaba el cable hasta que el teléfono sonó, el asesino miro atónito el teléfono descompuesto de ese sótano mientras Finn ya sabía lo que venía, acercó el teléfono al oído del raptor y con su vacía voz dijo unas simples palabras.

"Es para tí.”

“bienvenido a la pesadilla que va acabar con tu vida.”

"No te queda mucho tiempo..."

"¡Hoy es el día hijo de puta!"

"¡El brazo de Finn es increíble!"

Y ese fue el final de raptor, presionó más fuerte y rompió el cuello de Raptor, suspiro aún con la sangre hirviendo, se separó del cuerpo dejándolo caer, volvió a pasar al otro lado sacando un filete congelado, caminó cerca del perro tirando el filete lejos y ya con el camino despejado empezó a subir las escaleras lentamente, la sensación de alivio aún no estaba en su ser.

Siguió hasta la puerta, dió la combinación que Billy le dijo, otra vez abriendo la puerta y saliendo lentamente de la casa, su pelo comenzó a mojarse y ligeramente todo su cuerpo, estaba fuera de si, apretó los puños casi enterrando sus uñas en su piel deseando que esto no fuera un simple sueño.

Una fantasía.

Gwen corrió a abrazarlo, rápidamente ella pego su cabeza a su pecho de lado pegando su oído a la piel de Finn, los latidos eran calmados hasta que se aceleraron drásticamente, la calidez de Gwen abrumó a Finn por un momento, estar en un lugar tan frío tanto tiempo le había hecho olvidar como era sentir un abrazo tan necesitado, Robin vino después, sus ojos parecían iluminarse del alivio, lo abrazó fuertemente a ambos sonriendo.

Las lágrimas empezaron a deslizarse por sus mejillas sintiendo que iba a quebrarse otra vez, escuchaba los latidos de su corazón, los profesionales desesperadamente se los llevaron menos a Robin que fue con su madre, Finn otra vez se sintió sin una parte de él.

Cubrido con una manta, aún con la mirada vacía y profunda, miro sus manos ensuciadas levemente con sangre que se deslizaba por la humedad y tierra que se iba lentamente de sus uñas, sollozó una vez más, Gwen giro a mirarlo de forma inmediata y lo abrazo una vez más mientras Finn empezaba a hacer un llanto silencioso.

Nadie iba a sentenciar al asesino, tal vez por su culpa, no sabía por qué se sentía mal si había asesinado a una persona tan desagradable, sintió una presión en su pecho cuando vio a su padre acercarse, cayó de rodillas y sujeto la mano de ambos, rogando y pidiendo que lo perdonen por tanto daño, Finn aguanto las ganas de alejar su mano.

Ninguno dijo ninguna palabra al respecto no hasta que el policía alejo a su padre mientras decía que me dieran algo de tiempo, Robin escapó de los brazos de su madre y se acercó a mí, las lágrimas caían de sus ojos y mordía su labio ahogando sollozos, ambos nos abrazamos, había cambiado mucho ese día.

Volví al día siguiente a la escuela, había muchas miradas sobre mí, demasiado incómodo sentía mi corazón en mi garganta palpitar y haciendo temblar todo mi esofago, sentí un brazo pasar por mi hombro y solamente empecé a temblar al mirar vi a Robin, me calmé en un instante mi mueca de miedo se suavizó lentamente, pasamos a clase juntos y rápidamente nos juntamos ambos, al terminar la clase fuimos a mi casa.

Al llegar a mi cuarto Robin lanzó un largo suspiro y se sentó en el borde de la cama, me senté junto a él con las manos sudando y me volteó a ver parecía intrigado pero iba a esperar que Robin hable primero y luego yo respondería.

—hey, estás bien? Tu pierna está temblando desde que salimos de la clase.”

Mierda, golpe mi pierna deteniendose, me gire a ver a Robin diciéndole que no se preocupará pero no me hizo caso aparentemente.

Tomó mis manos acariciando suavemente con sus dedos pulgares mi piel, mirándome fijamente, me estremecí por el tacto tan cariñoso, sentí el cosquilleo en mis mejillas volviéndose de un rosa suave, no podía sacar las palabras de mi boca, mis labios estaban un poco abiertos tratando de buscar las palabras. Mi corazón palpitaba muy rápido, había dado un vuelco y en su estómago sentía millones de aleteos de mariposas.

—¿Finn?— dijo Robin sacándolo de su trance, miro su cara tan cerca de la suya, soltó un suspiro pesado pero no se alejo, sus manos comenzaron a sudar, sentía la necesidad de estampar sus labios en los de Robin, mordió su labio con frustración y miro a Robin aún no alejarse.

Notó su mirada bajar hacia sus labios, hizo lo mismo, solamente sonaba el ruido de la ventana, levantó su vista de nuevo y Robin soltó una de sus manos poniéndola en su mejilla, otra pausa más, la situación no era nada incómoda para ambos, ambos tenían el mismo deseó aún que nadie parecía dar el primer paso.

Finn se acercó más, sus labios rozaron, lentamente ambos empezaron a cerrar los ojos, ambos abrieron los labios y lentamente Robin se inclino para la derecha, y finalmente sus labios de juntaron y su saliva se junto por primera vez, ambos sintieron un fuerte vuelco, el beso prosiguió con dulces sonidos y luego se separaron, ambos alejaron sus miradas, no se sentían avergonzados, ambos se sentían confortables con lo que habían hecho.

—yo..Robin, no se por que..—

—tranquilo, no estoy molesto finn.—

Ambos se quedaron en un silencio cómodo, los sentimientos eran difíciles de entender, Finn se sentía tan bien con Robin, pero era 1978 nadie los apoyaría más que Gwen y muy tal vez Donna, cuando aún no había matado al raptor se imaginaba en un futuro junto con Donna; pero Robin jamás salía de esa visión, el siempre estaría allí.

Ahora se veía en un futuro con Robin, quería sentir sus brazos enredarse en su cintura y darse besos todo el maldito tiempo, no pudo evitar tapar su cara enrojecida por el sentimiento, miro a Robin simplemente sonreír, sonrió también sacando sus manos que tapaban su cara, ambos se quedaron en silencio una vez más, luego Robin se acercó otra vez a Finn haciendo chocar su hombro con el de él.

Finn giro su rostro, sus labios se rozaron otra vez, Robin suspiro y Finn está vez dió el primer paso, puso suavemente su mano en la mejilla de Robin y empezó a dar un torpe beso, pero eso no importaba aquí, el ambiente se sentía tan cálido, Robin abrazo la cintura de Finn acostandolo en la cama sin cortar el beso, puso sus rodillas al rededor de las caderas de Finn, se sentía bien, tan amado, un calor incomprensible que no había sintió antes estando cerca de Donna, una nueva experiencia.. le encantaba.

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my last goodbye | Rinney Donde viven las historias. Descúbrelo ahora