hey Robin.

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Finn había cambiado mucho eso no se podía negar, su seriedad había aumentado mucho más, el brillo de sus ojos parecían haberse extinguido, estaba mucho más decaído, aún que si estaba con exámenes todo el tiempo aún así podía forzar una sonrisa.

El beso que nos dimos cuendo teníamos 14 había pasado ya hace 2 años, de veces en cuando nos lanzamos diferentes coqueteos pero no conseguimos algún tipo de relación, había crecido bastante.

Su pelo rizado se había vuelto más largo y más rebelde, su mandíbula se había marcado levemente al pasar los años, tenía aún su piel tan suave y su voz..su voz fue lo que más lo hizo atractivo además de su increíble físico o al menos eso pensaba Robin.

Era un poco de todo, no era ni grave ni chillona, era tranquila y agradable de escuchar. Su inteligencia nunca se fue, aumento, sus dedos se volvieron largos y pálidos, se enredaban muy fácil y encajaban a la perfección con los de Robin.

Robin también había cambiado, dejo su pelo largo, había obtenido un poco de músculo para "intimidar" más, seguía usando su pañuelo para mantener lejos su pelo de su cara, usaba una cadena que Finn le había regalado el año pasado en su cumpleaños, había comenzado a ir a fiestas y a fumar, había conseguido algunos amigos mayores y había conseguido una lista muy grande de chicas.

Mientras tanto Finn era su diferencia, tenía un cuerpo escuálido, no tenía músculos para verse más intimidante, su pelo no había crecido mucho, tenía un reloj que parecía muy pesado para su muñeca, no tomaba alcohol por mucho que Gwen dijera que se relajará, fumaba pero muy muy poco, no iba a fiestas, y no tenía más amigos que Gwen, Donna y Robin, y su lista de chicas? Ningúna, todos creían y siempre creyeron que era un maricón.

Era el objetivo de burlas, pero también de miedo, todos lo acusaban de un asesino por la historia del grabber? Se había deformado por los años y se cambió a qué en vez del grabber era max; un pobre hombre que fue ahorcado por el mismo niño que trataba de salvar, le hervía la sangre cada vez que escuchaba esa tontería, apretaba su puño y apretaba sus dientes.

Su padre jamás cambió, a veces se despertaba con los gritos de Gwen pidiéndole a su madre que pare, se sentía apunto de morir, lloraba todas las noches por lo mismo, su sexualidad fue aún peor para él, se sentía tan raro sentir atracción por chicos y chicas a la vez, pero eran platónicos.

Uno que nunca se fue a pesar de todos los intentos fallidos de Finn fue Robin, se sentía tan pegado a él, siempre se emocionaba o se alegraba de verlo pero siempre estaba rodeado de chicas y algunos chicos igual de fuertes, lanzaba suspiros agotados cada vez que daba un paso, se sentía tan mal, agotado apunto de acabar con su vida.

Vio a Robin de reojo viendo que este lo estaba mirando con preocupación escondida en su rostro, retiró su mirada y siguió caminando fuera del colegio, quedaba una hora para que terminase pero que más daba, se iba a matar luego de tantos años de miseria, ya había dejado las cartas incluyendo la de Robin en su casillero.

Llegó a su casa, caminó hasta el baño, el ambiente se transformó tan triste, iba irse como un cobarde, al llegar al baño se miro al espejo viendo las horrosas ojeras, sus párpados casi cayendo, mojó su cara con agua fría y prendió la ducha para más distracción, cerro la puerta con pestillo y sacó la navaja, la tina se llenaba lentamente y se sacó los zapatos sentándose en está, sintiendo como su ropa se apegaba a él por la humedad, su camiseta blanca se hacía transparente pero no le importaba, levantó la navaja y la acercó a su muñeca, escucho la puerta tocarse con cautela. “Es robin” dijo en su mente, no abrió, siguió apretando el puño para que sus venas se notarán, ahora la puerta se tocó mucho más fuerte, agitó la cabeza hacia los lados negándose como si de todos modos el Robin pudiera verlo, y dió un corte rápido, dejó caer la navaja afuera de la tina y agarro con fuerza su muñeca, dejo salir varios quejidos de dolor, el agua de la tina se hacía rojiza y manchaba toda su ropa del mismo color.

my last goodbye | Rinney Donde viven las historias. Descúbrelo ahora