Estaba profundamente dormida cuando sentí que me movían, de esas veces que no se sabe distinguir si aún es parte del sueño o es la realidad (de hecho no sabes cuando estas soñando). Abrí los ojos cuando caí en cuenta que era la realidad, era mi tío, me dijo: "hija, levántate, tienes que ir a la escuela". Yo estaba en ese momento donde no se está en ninguna parte, no estaba aquí, no estaba allá, no estaba dormida, no estaba despierta, no sabía lo que pasaba y al mismo tiempo lo que pasaba era como natural, pero sin lógica. Todo esto pasaba en cuestión de segundos, mi cerebro estaba como una computadora lenta iniciando, pero finalmente, "cargo todos los programas" y es cuando entre totalmente en la realidad, me vino el recuerdo de la noche anterior, vi a mi tío, me vi a mí, me vi vestida en la cama, me sentí apenada. Lo veía a él y sentía yo mucha culpa, mucha vergüenza, el no dejaba de verme, yo no sabía qué hacer.
Al ver que no se iba, me levante por el lado contrario de la cama, dándole la espalda, al poner los pies en el suelo sentí algo raro, no me había quitado los tacones, sentí dolor de haber dormido toda la noche en una posición (de mis pies) poco habitual, me agache con total falta de glamour a desabrocharlos, puse mis pies en el suelo y descansé. Me levante y comencé a buscar mi ropa de chico en el closet, pero me sentía ridícula, ya que seguía totalmente vestida de chica, pero sin la peluca, la cual no tenía idea (y sinceramente ni me acordaba) de donde estaba Entonces mi tío me dice: "no tontita, como vas a encontrar algo ahí? Ve a buscar tu uniforme a la otra recamara"
De repente pensé en mi cabeza: "yo no llevo uniforme a la escuela" pero también caí en cuenta que me dijo "tontita" ahí hice la conexión (seguía medio dormida) todo esto pasaba en un segundo, él estaba insinuándome que me pusiera el uniforme de chica, el de una de sus hijas, pero también caí en cuenta de algo que me dijo cuándo me despertó: "hija"
Me dirigí tímidamente hacia la puerta de mi recamara, viéndolo siempre a él, sus pensamientos indescifrables, estático como siempre, pero él se agacho, tomo la peluca del suelo y me la dio, yo la tome con timidez y camine hacia la recamara de mis primas, el venía detrás mío, cuando llegue a la puerta me quede pasmada viendo el desorden que tenía, mi tío llego un par de segundos tras de mí y también alcanzo a verlo, se sorprendió, a lo que dijo: "pero que recamara tan tirada tienes, no haces tus obligaciones, eso merece un castigo"
Me tomo fuertemente del brazo, me jalo hacia la cama, se sentó y con fuerza me inclino sobre sus rodillas, el vestido se levantó y dejo a la vista la tanga que no me cubría prácticamente nada del trasero (y además, estaba manchada de semen), me sujeto la parte trasera del cuello con la otra mano cuando sentí un fuerte golpe en mis nalgas, no era un golpe de fuerza, era más bien un golpe de esos que se siente ardor, mi cuerpo se contrajo en un espasmo de dolor mientras él decía "te has portado muy mal, mira nomas la recamara" seguido de otro golpe y otra frase: "hoy no vas a divertirte si no arreglas tu tiradero", finalmente un tercer golpe, que me saco una lagrimita, era totalmente una niña regañada.
Me bajo la falda y me dijo: "anda, date una ducha, te preparare el desayuno para irnos" yo estaba totalmente confundida, eran tantas cosas, mi duda desde el día anterior aún estaba ahí, acaso no me diría nada porque me encontró vestida así? Era evidente que no, pero esa duda me mataba, me veía como su hija? Era una fantasía? De verdad me veía así? Y después los dos sentimientos, primero ternura y comprensión y después castigo, ahora nuevamente me trataba como su hija, pero que estaba pasando? Y la cuestión sexual? En qué punto encajaba? A quien le metió su pene en la boca? A una novia? A una sobrina? A una hija?
El salió de la habitación y yo me quité la ropa de chica, lo que ayer era una chica glamorosa, ahora era una mujer demacrada, no sentí excitación alguna de sentir las prendas, al contrario, la falda estaba llena de semen seco, los rellenos del brassiere estaban fuera de lugar, el maquillaje parecía un cuadro de Picasso, mis pies adoloridos sentían un poco de alivio al pisar la alfombra de la recamara. Sin embargo, mi excitación había cambiado por esas nalgadas. Comencé a desvestirme con culpa, con desagrado a sentir que traía un bra puesto, una tanga que estrangulaba mis genitales y al mismo tiempo los dejaba salir, lo hice lo más rápido posible arrojando las ropas a un rincón del baño. Me metí a la ducha pensando en lo que acababa de suceder y en lo que sucedería enseguida. El baño sucedió como algo normal, esta vez no me sentía sensual, parece que la chica interna se había esfumado.
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Por amor a la familia
RandomEn esta primera parte de la historia narro un poco de por que creo ser así, además de una de las vivencias mas maravillosas de mi vida