Era una casa en una esquina de un pueblo fantasma, por las ventanas se desparramada una luz blanca.
Yo venía caminando por la ciudad vacía y entre a la casa con luz.
Una voz metálica, como la voz del gigante de TikTok me habló de una misión a la que había sido elegido y que no podría renunciar.
Es un mandato del inmenso, repetía la voz.
Desperté. Y en mi escepticismo no pensé más en el asunto, pero habrían de acontecer cosas que me harían dudar de mi imperturbable escepticismo, mi estado de pasota, de vivir por vivir.
ESTÁS LEYENDO
144.000
Ciencia FicciónFui elegido por el inmenso para hacer algo desagradable, pero alguien, los llamados, para hacerlo.