Semanas después,Ciel se encontraba en su habitación, siendo follado sin pudor alguno este se cubría su boca para que sus gemidos no se oyeran altos, para así no despertar al niño, pero lo que no se habían dado cuenta es que Mikey los estaba viendo desde afuera del otro lado de la puerta que se encontraba entre abierta.
Ciel: ah~! Mgh! Mm!
_ {le susurra en el oído} aprietas bien
Mikey apretó sus pequeños puños a cada lado se mordió con fuerza su labio inferior haciéndolo sangrar, este se fue de ahí sigilosamente, cuando Ciel y su acompañante terminaron, se alistaron.
_ me llamas cuando quieras desahogarte
Ciel: si, no hagas ruido al salir
Este se mete al baño, el de cabellos castaños sale de la habitación y en el pasillo se encuentra con Mikey el cual lo miraba con sus intensos ojos, el castaño iba a acariciarle la cabeza pero el rubio le dio un manotazo.
_ oh ya veo {se acerca a su oído} nunca podrás hacer lo que hicimos
Este se va, al poco rato sale Ciel y al ver al niño se sorprende.
Ciel: no puedes dormir?
Mikey:{lo mira intensamente, para luego sonreír y irse a su habitación}
A la mañana siguiente, ambos se encontraban desayunando.
Mikey: Ciel
Ciel: {abre los ojos sorprendido} dijiste mi nombre?!
Mikey:{asiente con la cabeza} te quiero, Ciel
El niño se levanta y abraza al albino.
Ciel: que alegría! Ya estás comenzando a hablar! {Sonríe} yo también te quiero, Manjiro
Este lo abraza y Manjiro corresponde el abrazo, poco después.
Ciel: seguro que no quieres que te deje en la academia?
Mikey:{asiente}
Ciel: bueno te dejare aquí, pero...cuídate si, volveré tan pronto como pueda
Este le da un beso en la frente al niño y sale de la casa, Mikey se puso a hacer el aseo de la casa, después se puso a leer un libro para luego quedarse dormido en el mueble, no sabía cuánto había dormido, pero lo que si estaba seguro era que fue mucho tiempo porque ya era de noche, este se sienta y ve que estaba en su habitación, este se levanta de la cama y se dirige a la habitación de Ciel, al llegar ve que este estaba forcejeando con el castaño que había traído a casa ayer, a este se le logran ver sus ojos rojos y sus colmillos largos, con un cuchillo en mano y al ver que esté le clavo aquella cosa filosa al albino en el abdomen enfureció.