𝗛𝗘𝗘𝗦𝗨𝗡 | Sun ama mucho a su oppa, aunque el solo lo use para satisfacer sus celos... ¡Sun es un omega que está completamente enamorado de su alfa predestinado! no le importa que el no lo acepte como omega, mientras tenga solo un poco de s...
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Los ojitos del omega se llenaron de lágrimas, el quería creer que gracias a eso estaba viendo borroso y la prueba de embarazo que tenía en sus manitos realmente marcaba un negativo.
Pero no, estaba viendo perfectamente bien, ahí habían dos franjas rojas, lo cual significaba que el estaba embarazado, muy embarazado.
Según sus propios cálculos... no tenía cálculos, hace meses que había dejado de tomar la pastilla anticonceptiva, y como es un omega algo tontito, se olvidó de llevar la cuenta.
—G-genial —murmuró entre sollozos, estaba sumamente feliz pero...
Tenía miedo.
Muchísimo miedo, no sabía cómo Heeseung se tomaría la noticia de qué tendría un cachorro con Sunoo.
¿Y si él no quería hacerse cargo? ¿Y si lo rechazaba y humillaba? ¿Y si le decía que era un estúpido por haber dejado de tomar la pastilla?
¡El no podría soportarlo!
Sus piernas temblaban demasiado, así que decidió sentarse en el suelo de su baño, sentía que si se quedaba de pie, terminaría cayendo al suelo en cualquier momento.
Sun no quería lastimarse.
Se dio el lujo de empezar a sollozar mientras balbuceaba, levantó sus piernas hasta la altura de su pecho, para luego abrazarse a las mismas mientras lloraba con aún más intensidad.
“—No quiero qué Heeseung oppa se enoje conmigo... no quiero que él deje de quererse.”
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No sabe como, pero ahora se encontraba con una gran sonrisa en su rostro, en busca de Heeseung para darle la buena –mala– noticia de que serán padres.
Para su buena suerte, no tardó mucho en encontrarlo, él estaba sentado debajo de un árbol, posiblemente estaba tratando de relajarse.
“—Lamento venir para arruinar tu día, oppa”
Comenzó a correr, para acercarse lo más pronto posible a él, ¡tenía que contarle todo ahora o nunca tendría el suficiente valor para hacerlo!
No tardó mucho en llegar, y obviamente hizo notar su presencia.
—¡Oppa~! —chillo con toda la emoción que pudo, para luego sentarse en el regazo del alfa, con una pierna de cada lado de la cintura de la misma.
El alfa lo miró con algo de molestia, grupo dando a entender que quería que el omega abandonará su regazo, pero el menor solo se acomodó mejor.
—¿Ahora que quieres, Sun? no recuerdo haberte pedido que vinieras a hacerme compañía.
—No lo hiciste~ —susurro, mientras que con sus manitos empezaba a jugar y estrujar la corbata escolar de Heeseung.
El mismo solo se limitó a suspirar frustrado, a veces, sentía que Sunoo era una tonta pulga que sólo quería estar cerca de él.
Y tenía razón.
—¿Entonces...? ¿qué necesitas? —mentiría si decía que no estaba nervioso, cuando Sunoo se podía así, lo único que quería hacer era mimarlo y acariciarlo.
Pero no puede darse el lujo de ser lindo con él, no y no.
—T-tengo una sorpresa para ti, oppa.
—¿Estas nervioso?, Sunoo, ¿por qué cierras los ojos?
