15. Calma

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—En verdad no sé si ir— dije viéndome al espejo con un vestido rojo que no me gustaba, suspiré molesta

—Yo diría que te pongas un vestido negro y sexy, usa el conjunto de encaje— me aconsejó Hanna

—No quiero siempre terminar teniendo sexo con él, quiero que seamos más como una pareja— dije triste, comenzaba a creer que sus palabras eran mentira y que Michelle tenía razón... él no era ideal para mi

—Alex esta bien, a veces solo podemos obtener eso. No es lo que queremos pero al menos es tiempo juntos, tienes el plus que te dijo que te quiere. No quiero pecar de inocente pero él es completamente diferente cuando esta contigo; ve a esa fiesta... sé feliz un rato luego sientete mal todo lo que quieras por Cmaille que no se merece nada de ti— volvió a aconsejar y lo pensé mejor, debía aclarar muchas ideas pero sobre todo el no querer ser la segunda opción de un hombre millonario

—Trataré de disfrutar lo que más pueda— respondí y la pelinegra se acercó a abrazarme, sus abrazos eran los más reconfortantes de todos ¿qué sería de mi sin Hanna? Mi mejor amiga fue al armario y revolvió entre las perchas hasta que regresó a mi con un vestido negro largo sin mangas pero que tenía escote y no tenía brillo alguno, tenía dos tajos desde las caderas hasta el ruedo

—Cuando te vea en ese vestido lo primero que querrá hacer es empotrarte contra la pared— mencionó la contraria, fruncí los labios

—No estoy segura— dije

—La última vez que tomaste un riesgo conociste a ese hombre maravilloso ¿por qué no tomas otra decisión arriesgada?— cuestionó y tenía razón

—Esta bien— dije decidida tomando la antorcha

—¿Él vendrá por ti?— preguntó nuevamente

—Sí, en una hora y media, quédate... si quieres puedes invitar a Bill a pasar un rato— le respondí desde el baño

—Me iré luego de ustedes, es hora de volver a casa— respondió pero no la veía convencida

—¿Estas segura?— le pregunté desde mi posición

—Sí, estoy segura— dijo.

Me di una ducha rápida, sequé mi cabello y me maquillé, por suerte ya no tenía flequillo por lo que ricé los mechones sueltos para que queden ondulados luego me coloqué la ropa interior de encaje que me recomendó entonces me ayudó con el vestido, esto de vernos en ropa interior con Hanna era completamente normal así que no me molestaba. Terminó por acomodar la falda y me coloqué las sandalias que usaría, me sentía nerviosa y oí unos golpes en la puerta de mi departamento

—Ese es Robb— me dice Hanna que va a abrirle, termino de retocar mis labios y salgo a su encuentro... literalmente quedó boquiabierto al verme

—Vaya, estas deslumbrante— me dijo mordiéndose el labio, reí

—Que cosas dices— me quejé

—Alex nunca acepta un halago, señor Stark— habló mi mejor amiga

—Solo soy Robb, Hanna. En el trabajo llámame así pero fuera solo es Robb— le respondió ¿cómo no enamorarse de él? 

—Esta bien, Robb— la dijo la pelinegra, nos despedimos de ella para salir de mi casa tomados de la mano. Salimos a la calle, su auto deportivo estaba del otro lado de la misma y yo trataba de que no se me vea nada por las aberturas

—¿Sabes? Ese vestido es perfecto para esta noche, tengo algo en mente— me habló cuando estábamos en el auto, me ruboricé y me puse nerviosa

—¿Qué tienes en mente?— cuestioné

Love Never Felt So GoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora