❝ 𝒆𝒏 𝒅𝒐𝒏𝒅𝒆 aemond y shiera son una pareja de dragones que vive con su relación oculta a los ojos de sus familias ❞
— ¿Por qué eres así con ellas?, ¿que no lo ves? También son tus hijas.
— Creo que tú no lo has entendido, mi pequeña Shiera. Amo a Baela y Rhaena, pero hay algo que debes aprender. Nunca amarás a nadie como amas a tu primogénito.
（ daemon y shiera ）
━━━━ ꒰ 𝕾INOPSIS ꒱ ˑ
❲ SHIERA AND AEMOND'S LOVE HISTORY ❳
Shiera había nacido para ser la única luz en la vida del príncipe canalla.
Desde que había llegado al mundo había sido su razón de ser y el motivo que impulsada todos sus actos. A Daemon nunca le importó que la madre de su hija fuera su poco querida zorra de bronce, por que desde que Shiera había llegado al mundo había estado del lado de su padre, y su primer acto de lealtad a él fue la muerte de Rhea Royce durante su parto, solo para traer al mundo a la nueva Lady Targaryen.
A partir de qué fue puesta en sus brazos por primera vez, Daemon fue incapaz de separarse de su hija. No importaba si estaba en medio de una guerra en el lugar más desolado del mundo conocido, o si estaba en un castillo disfrutando de sus lujos como príncipe. Daemon y Shiera nunca habían sido separados.
La joven doncella de cabellos platinados y orbes violeta, al igual que su padre, había crecido lejos de las tierras de poniente, junto a su padre, hermanas y madrastra en una mansión cerca de las ciudades libres en las cálidas tierras de Essos.
Cuando la muerte de Laena Velaryon da un duro golpe a la vida de la familia del príncipe canalla estos deciden regresar y Daemon en persona comienza con su plan, uno magistral que asegurará su sangre y legado por la eternidad. Un plan que convertiría a su hija favorita en la reina de los siete reinos de poniente.
Jamás pensó que la persona que frustrara todas sus aspiraciones sería su propia hija, pero a veces el amor es la muerte del deber. Y Shiera Targaryen había caído en los brazos de la persona menos indicada.
El mayor enemigo de Daemon, aquel con el que algún día se encontraría sobre la mirada de los dioses, esperando a ser juzgados.
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