Agonía (Byler)

1. Mi vida era feliz

Hawkins, Indiana. Noviembre 01 de 1984

-¿El baile de invierno?-me preguntó Mike un poco extrañado por la pregunta, mirándome con bastante detenimiento y haciéndome entrar en un severo estado de vergüenza.

-Si, el baile de invierno.-le repetí, comenzaba a desesperarme y mis pies me amenazaban con salir corriendo. Tal vez había sido una mala idea.-Vamos...¿juntos?-dije de nuevo, usando toda la valentía que tenía y usando todo el poder de Will el mago.

Mike Wheeler era mi mejor amigo, y prácticamente, se podría decir también que mi amor secreto. Aunque pensándolo bien, ya no sé que tan secreto podía ser después de haberlo invitado al baile. Sí que eres idiota, Will Byers.

-Pero, ¿por qué me lo preguntas? Tontito.-contestó mientras me revolvía el cabello y me daba una linda sonrisa.-claro que iremos juntos, somos amigos.-dijo para poner su brazo en mis hombros y arrastrarme a nuestra siguiente clase.

Michael no había entendido para nada el trasfondo de mis palabras. Yo quería que fuera como mi cita, no como mi amigo. Suspiré de decepción, probablemente esto había sido lo mejor, así no tenía que afrontar muy probablemente un rechazo por parte de él. Agradecí que fuera tan despistado.

...

Rainbow Room

Este era uno de mis sitios favoritos, era un lugar fantástico. Una especie de sitio en dónde todos los niños interesados en la ciencia y la tecnología podían reunirse sin necesidad de que se burlaran de ellos por ser los raros o los nerds del salón.

No, todos ahí eran pequeñas mentes científicas en progreso y con un futuro brillante. Un pequeño paraíso para nosotros cuatro.

-¡Chicos! ¿Cómo están?-nos preguntó el Dr. Brenner con mucho entusiasmo al vernos más temprano de lo normal.-A puesto a que vienen por más respuestas sobre el experimento de la semana pasado, ¿o me equivoco?-preguntó con una sonrisa cuando se acercó lo suficiente a nosotros junto con su joven ayudante, Henry Cree, un muchacho de no más de 26 años que no tenía mucho de graduado de la universidad. Un chico bastante agradable que siempre intentaba ayudarme cuando algo se me dificultaba.

-Está completamente en lo cierto, Doc.-le dijo Dustin.-aún tenemos dudas sobre como logró que el fuego no lo quemara.

-¿Fue alguna clase de ilusión visual o algo parecido?-preguntó Lucas con una ceja alzada. Interrogando tato a Henry como al Dr. Brenner.

Mike y yo solo esperábamos las respuestas, ansiosos.

-Bueno, en realidad es algo muy sencillo de explicar.-dijo el Dr., guiándonos a uno de los salones, pero cuando estábamos a punto de entrar, llegó la recepcionista diciendo que necesitaba al Dr., para unas firmas, por lo que dejó a Henry a cargo de responder todas nuestras preguntas, ya que si bien no habíamos entendido bien el experimento, había sido por llegar tarde gracias a que Troy, nuestro bully oficial, nos tomó por sorpresa cuando íbamos hacía el club.

-¿Así que los raritos van a su club de ñoños?-preguntó, haciendo reír a sus otros dos amigos.-miren, si tenemos a los 4 raros reunidos: Gran noche.-dijo golpeando a Lucas y luego a nosotros 3.-Cara de sapo.-para referirse a Mike.-Dientes.-para Dustin.-y princesita.-para referirse a mí.

-¿Qué quieres, Troy?-le devolvió, Dustin.

-A mi no me hables así.-le dijo, dándole un golpe en el hombro y asustándonos.-queremos que hagas lo tuyo.

Todos estábamos con nuestras miradas agachadas, siempre era así en ese tipo de situaciones, siendo intimidados por Troy y su grupito de tontos. Pero al menos, estábamos juntos.