Una Segunda Mirada/Ereri~°

Capítulo 5

Eren colapsa en la mecedora después de un día de arduo trabajo. Su cuerpo dolía por todo el arado y no podía sentir una migraña proveniente del calor. Lentamente meció la silla, dándole un poco de descanso a todo su cuerpo. Eren se alegró de encontrar la mecedora en el porche donde podía sentir la brisa fresca y miraba su trabajo desde lejos. No era tan bueno como el de Kenny, pero el Alfa mayor lo aprobó. Sus párpados de repente se sintieron pesados.

"Oh, mira quién necesita atención médica ahora", Hange asomó la cabeza por la puerta.

Eren se despertó y le sonrió al Beta en la puerta. "Hola, Hange".

"¿Qué quieres decir con atención médica?" Levi hizo lo mismo, cuando reconoció el olor del Alfa en el porche, corrió hacia él casi tropezando con sus propios pies. "¿Eren estás herido?"

"No, estoy bien, solo un poco cansado. Eso es todo. ¿Estás herido? Casi te tropiezas". Eren inspeccionó los pies del Omega, casi yendo al modo médico. Levi colocó su mano sobre su hombro y lo obligó a volver a la silla.

"Estoy bien. Ningún daño hecho".

"Creo que una siesta te arreglará", sugirió Hange mientras salía del porche, dándoles a los dos un poco de privacidad. "¡Adiós, chicos! ¡Nos vemos en Crystal's!"

Se despidieron y Hange se fue con su caballo.

Levi se giró hacia Eren, colocando el dorso de su mano en la frente del Alfa. Podía oler el cansancio del Alfa por todas partes y lo ha estado molestando. Debería haber detenido a su tío sin importar cuánto se opusiera Eren.

"Gracias, pero estoy seguro de que no estoy enfermo". Eren se rio entre dientes.

"Si no te sientes bien, podemos ir a lo de Crystal en otro momento".

"Levi, estoy bien. Quiero ir de todos modos y conocer a todas las personas apropiadamente. Tal vez debería seguir lo que sugirió Hange. Soy un Alfa después de todo, mi cuerpo arreglará el suyo".

"Aun así, puedes enfermarte". Levi hizo un puchero y Eren no pudo evitar que los hilos de su corazón se tensaran ante la linda vista.

"Soy médico, Levi. Solo tomaré una siesta". Eren sonrió, alargó la mano y alborotó esos sedosos mechones de medianoche.

"Está bien, le diré al tío que tuviste suficiente". Levi se rio y revolvió el cabello de Eren a cambio, sin importarle el sudor en absoluto. Parpadeó, mirando la figura borrosa de Eren en la silla. Luego de unos segundos pudo escuchar los gentiles ronquidos del joven Alfa.

Sentado en el suelo, Levi apoyó la cabeza en las rodillas del dormido Alfa. Sin dejar de mirar a Eren, se preguntó cómo se vería realmente el Alfa. Levi podría maquillar la piel de sol, el cabello color chocolate, los ojos... No está seguro de eso, pero cree que sería hermoso. Estirándose, ahueca suavemente la cara del otro, con cuidado de no despertarlo. Trazó sus dedos sobre los huesos de sus mejillas, su nariz, sus labios, mientras trataba de construir una imagen en su mente.

"Levi..."

Levi escuchó a su tío alto y claro, pero no se movió. No se avergüenza de lo que está haciendo. Quería saber cómo era realmente Eren, quería conocer a Eren en general. Quería más.

"¿Mmm?"

"Levi no me digas..."

"Te lo digo ahora mismo, tío. Eren es un buen tipo, huele bien y..." Hizo una pausa. Tratando de encontrar la palabra adecuada para describir lo que siente para que su tío pueda entender.

"Quiero a Eren".

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Levi llegó lo más lejos que pudo, pero sus manos eran demasiado cortas para alcanzar la cremallera. Resoplando, el Omega se rindió. Se prometió a sí mismo que, pase lo que pase, no podría joderlo hoy, pero ahora lo está pensando dos veces. ¿Debería usar un vestido diferente?