IV

407 34 8
                                    

—¿Qué?

—Es tu turno.

—¿Qué cosa?

—La ruleta, ¿qué más? -YeEun lo vio con extrañeza- ¿Estás aquí, HyunJin?

—Ah, sí, sí, la botella.

Dios, qué nervios. ¿Y sí no salía JiSung? No quería que lo tocara cualquiera, y en este juego no se podía hacer trampa, se darían cuenta. ¿Qué diablos? HyunJin, enfócate, es un estúpido juego, nada más. Cálmate. Revolvió los papeles del frasco. ¿Por qué tenía tantas ganas de que saliera la hoja con el nombre de JiSung? Ni siquiera lo conocía y ya se había vuelto un inquilino en su cabeza. ¿Tan atractivo era? A lo mejor fueron las palabras de sus amigos, "No habla con nadie a no ser por los trabajos de la universidad" no recordaba la frase exacta, pero de seguro había sido eso lo que motivó a HyunJin. Sí, debe ser eso, ¿qué más sería si no era eso? Debe ser eso.

El rubio estaba 100 % convencido de que no sentía nada por JiSung, solo curiosidad. Pero, Han no podía irse de su cabeza, la sonrisa que tenía no se iba. Estaba segurísimo de que era la sonrisa más bella que había visto en años. O su risa, era tan meliflua, era como miel para sus oídos. Por un momento olvidó que Han podía llorar y que el sonido de sus llantos podría romperle en mil pedazos su corazón. Él no quería eso, no, no perdonaría a nadie si le hacen daño a JiSung. Hwang sería su ángel de la guarda, lo protegería de todo. Esa era su misión.

¿Cuántos minutos habían pasado desde que escogió el papel? Si le preguntas a HyunJin, te corregiría y te diría que pasaron días, pero no. En tan solo seis segundos todos esos pensamientos habían pasado por su mente. Ahora sí que estaba ansioso ¿Y si no es JiSung? Desdobló el papel y leyó fuerte y claro.

—HyunJin.

¿Era una broma? Había sacado su mismo papel, ¿cuántas probabilidades había para que pasara eso? La risa de todos contagió el lugar, el papel lo depositó en el recipiente.

—No revuelvas tanto que a lo mejor sales de nuevo —gritó un pelinegro de broma.

—No lo haré. JiSung —mostró el papel donde estaba escrito el nombre.

Nunca había tenido tanta suerte. ¿Sería que el destino los unió? Hasta el nombre escrito de JiSung era bonito. El trozo de servilleta lo metió en su bolsillo mientras escuchaba como sus amigos lo celebraban y aclamaban el nombre del alto. La verdad es que HyunJin también estaría celebrando con ellos, pero quedaría como un raro ante el castaño, y simplemente no; las primeras impresiones son importantes. Hwang lo miró y le dio una sonrisa sincera.

JiSung solo dio una media sonrisa mientras se levantaba de su asiento. "No pasará nada que no quiera". Esas palabras se repetían una y otra y otra vez en la mente de Han. Estaba tranquilo, así que miró a JeongIn y le dijo que todo estaba bien. Acomodó su camisa y se encaminó detrás del rubio. El cabello de este se veía como si fuese lo más suave del mundo, como si de seda se tratase.

Han empezó a quedarse atrás mientras que HyunJin se movía como agua entre la gente, esto pareció notarlo porque retrocedió para tomar la muñeca de Han. Ahora lo guiaba y JiSung no protestó. En ese instante el castaño lo analizó bien. El cabello natural del alto era un castaño oscuro que se escondía entre las hebras amarillas atadas en una media cola. Sus brazos estaban ejercitados y sus dedos eran largos, al igual que sus piernas. El cuerpo del chico era bastante delgado y Hannie lo comparaba con el grosor de una hoja, era muy delgado. Fuera de eso, HyunJin debía medir alrededor del metro ochenta, casi una cabeza más que Sunggie. Lo hacía ver pequeño.

Cuando llegaron a la puerta, Hwang se dio la vuelta y dejó que el castaño pasara primero, todo un caballero. La habitación tenía una cama, dos sillones, un televisor y un armario. Han optó por sentarse en uno de los sillones e invitó a HyunJin a hacer lo mismo. Se quedaron unos segundos viéndose, como si fueran la cosa más interesante que hayan visto. Hannie apreció mejor el lunar bajo el ojo izquierdo de HyunJin y este, el lunar de la mejilla del más bajo.

Fuck [HYUNSUNG]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora