Vivir en este palacio siempre ha sido... triste, todo aquí es oscuro, de alguna manera es como si la luz no existiera, caminar por los interminables pasillos, decorados uno mas oscuro que el anterior, cientos de candelabros cuelgan de los techos, esas delicadas piezas de luz me hacen sentir esperanza cuando me siento mal, mi madre casi nunca esta conmigo, se que tiene cosas que hacer, cosas de reina, la extraño muy seguido, pero cada noche va a mi habitación a darme las buenas noches. Estar con ella es como un huracán de emociones, nunca se lo que siente exactamente.
En el salón del palacio aunque esta vació, no me siento del todo sola, siempre hay músicos que me hacen compañía desde que tengo memoria, bailar me hace tan feliz, me llena de alegría, las melodías me llevan como si yo fuera una simple pluma que vuela gracias a esta, es una increíble sensación, a veces estoy tan inmersa en ella que es como si nada mas estuviera presente conmigo misma y la música, es mi refugio.
-¡Raven!- escucho como la voz de mi madre me saca del trance en el que estaba y hace eco en el salón, me dirijo hacia el balcón donde ella se encuentra.
-Dime madre, ¿Qué pasa?- digo con inocencia y aun un poco ida por el trance en el estaba.
-Raven, pronto llegará un momento en el que no debes dudar de lo que te digo y te pediré, es vital que lo hagas- dice mas seria de lo que estoy acostumbrada y sin dirigirme la mirada, yo la miro confusa con cierto aire de terror.
-¿A qué te refieres con no dudar sobre lo que me pedirás?- la piel se me empieza a erizar al ver aquella escena, la incertidumbre y la duda me estaban llenando el cuerpo al no tener un buen presentimiento de lo que estaba por pasar.
-Raven, escucha con atención- se vuelve hacia mi con una mirada fría pero angustiada, jamás había visto esa clase de mirada en ella -Lo que estoy por decirte, puede cambiar nuestro destino, TÚ destino- los pequeños cabellos de la nuca se me empezaron a erizar al escuchar la voz de mi madre y su mirada dirigida a mi -Tu destino es envenenar a la hija de Blancanieves pero tu no puedes fallar como yo lo hice, y por fin he descubierto el fallo... tenemos que eliminar la variable del amor... su destino es el hijo de del Rey y la Reina Charming, ¿Entiendes lo que quiero decir querida?- Estaba congelada, sabía lo que estaba tratando de decirme pero no quería creerlo, si esas palabras salían de mi boca se volvería real, no conteste -Tenemos que matar a su hijo- no quería creer lo que me estaba diciendo mi madre, ¡¿Matar?!, quitarle la vida a una persona era algo que no podía imaginar.
-N-No se de que hablas madre- dije con la voz algo quebrada y dando inconscientemente un paso hacía atrás.
-Raven, si no lo hacemos juntas no podrás tener un final feliz, ¿Eso es lo que quieres?, ¿Ser infeliz?- dijo con una mezcla de ira y preocupación en sus ojos mientras estaba acercándose hacia mi -No harás gran cosa, yo haré el trabajo difícil, tu solo tienes que ayudarme distrayendo al niño-
-No madre, debe haber otra forma de que pueda ser feliz, tal vez si- fui interrumpida.
-RAVEN- Gritó y al ver mi reacción de susto se inclinó hacia mi -Perdona, dime hija, cual crees que sería una mejor opción- dijo tomando mis brazos. -Podemos llevarlo a otro lado o, hechizarlo para que nunca se enamoré de la hija de Blancanieves- mi madre dejó escapar un suspiro y se incorporó de nuevo -Esta bien- dijo seria y comenzó a caminar hacia el palacio nuevamente, se detuvo un instante y dijo sin devolver la mirada hacia mi -Mañana mismo al anochecer lo haremos- y se fue, dejándome descolocada, impactada y miedosa de lo que podría pasar, la noche fría y las estrellas que veía desde el balcón fueron mi compañía durante un momento hasta que decidí entrar y dirigirme a mi habitación, el camino me parecía eterno y cada vez mas largo, los candelabros no brillaban de la misma manera que antes, esa noche mi madre no fue a darme las buenas noches.
-AL DÍA SIGUIENTE-
Mi madre había vigilado a el tal Daring durante un tiempo, sabía donde estaría jugando, mi madre organizó todo de tal manera que era impresionante, mi madre me dio las instrucciones, me dijo que solo tenía que entretenerlo en el bosque un momento y ella lo dormiría con un hechizo y lo llevaríamos lejos. Al ser el príncipe, si alguien estaba en peligro el iba ayudar, por su sentido de heroísmo, o eso dijo mi madre. Mi madre me encadeno de un árbol en el bosque y me dijo que gritará, pues había hechizado al príncipe para llevarlo al bosque en un especie de trance y lo despertaría cuando estuviera cerca y fuera a mi auxilio, así fue, pero no contábamos con que alguien lo estaría siguiendo.
Empecé a gritar pidiendo ayuda y apareció Daring, paso justo como dijo mi madre, el heroísmo lo manejo y me ayudo, le di las gracias y se ofreció a llevarme a su palacio para buscar más ayuda, no accedí y de entre el bosque mi madre empezó a surgir a las espaldas del príncipe, cuidadosamente se acercó mientras el príncipe se interesaba en saber como había acabado en ese lugar, mi madre al acercarse cada vez más saco una daga que brillaba con los pequeños ases de luz que atravesaban los arboles, la empezó a levantar, estaba muy asustada, mi madre había ignorado mi petición, lo iba a matar a sangre fría, un grito salió de mi
-NOO- grite con tal desespero que una especie de humo morado y luz salieron de mi, desmayando al príncipe y dejando a mi madre estupefacta, una mirada desafiante salió de ella dejando caer la daga y se acercó a hacia mi a paso lento y pesado, podía ver la ira que emanaba de ella; corrí entre el bosque desesperada, sin ninguna dirección, mi madre detrás, a lo lejos escuché caballos, caballeros que habían sido alertados por el humo y luz que vieron en el bosque, voltee hacia atrás, mi madre también miro hacia atrás y me devolvió la mirada, para decirme que huyera, mi madre se empezó a transformar en un dragón y los desvió de mi camino, me quedé helada por un momento y corrí desenfrenada hacia nuestro palacio.
Mientras corría podía escuchar una batalla dando lugar, escuchaba los rugidos de mi madre, sentía el calor del fuego propagándose por el bosque mientras corría, y luego... un gran golpe sordo me detuvo, volteé y ella ya no estaba, no la veía, estaba... no, no era posible, caí de rodillas al suelo y el llanto salió de mi sin control, grité al cielo y me desmayé, negro, solo era negro, no había luz, los poderes que no controlaba justo hoy de todos los días empezaron a aparecer.
Al despertar estaba en mi habitación, mi padre aun lado de la cama, pregunte por mi madre y el solo inclino la cabeza, sin nada más que decirme, lo que creí que había sido una pesadilla no lo fue, ella ya no estaba.
Holaaa, tengo muchas ideas con respecto al fanfic, espero que este prologo los haya mantenido al borde del asiento, fue increíble escribirlo así que espero que también lo sea leerlo, espero les guste, quiero que sepan que cambiare varias cosas para darle drama y una trama mas madura espero lo entiendan y les encante como a mi, nos vemos en el primer capitulo :)

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Destino
FanfictionLos hijos de los personajes de cuentos clásicos van a EAH, con la esperanza de que sigan los mismos pasos que sus padres, pero, complicaciones vendrán en el camino, los verdaderos sueños y aspiraciones de sus hijos por tomar su propio destino. Egoís...