•° PREGNANT °• [ZeeNunew]

Epílogo

10. Familia

La casa que había estado habitada por una sola persona durante los últimos días finalmente se llenó de la calidez de una familia.

Nunew aún estaba débil pero su estado era lo suficientemente bueno para regresar a casa. Durante su estancia en el hospital el omega tuvo que cuidar de su hija, a Zee no le dejaban quedarse por las noches, cosa que provocó que en unos cuantos días Nunew obtuviera unas grandes ojeras.

La pequeña iba a en brazos de Zee plenamente dormida, mientras llegaban a su hogar.

— ¿Vas a dormir? -preguntó el alfa.

— Sí ha pasado mucho desde que dormí bien -contestó Nunew adormilado.

Lo que el menor planeaba que fuera una breve siesta terminó siendo un sueño profundo de más de ocho horas. Y cuando despertó no supo quién estaba llorando más, si la bebé o Zee.

— No ha comido desde hace mucho -dijo intentado calamar a su esposo.

— No quería despertarte tan pronto - los nervios estaban a flor de piel- ¿Crees que es mucho pedir que tú madre me enseñe cómo cuidar mejor de nuestra hija?

Nunew por un momento pensó en decir que no necesitarían ayuda, pero era muy díficil para ellos siendo padres primerizos.

Así que sería buena idea... ¿Verdad?

***

La propuesta que Zee planteó y en su momento parecía magnífica se convirtió en lo más exhausto que experimentó en su vida.

Su suegra obviamente aceptó, pero como madre que mima a su hijo, a penas y dejaba que Nunew hiciera algo. Todas la órdenes y enseñanzas iban dirigidas a Zee.

— "¡Zee! Debes cubrirla bien cuando la levantes".

— " Zee, cambia el pañal".

— " Zee, llévala al hospital, hoy deben vacunarla"

En cuestión de diez días se había vuelto incluso mejor que Nunew para cambiar, hacer dormir y reír a su hija.

— Perdón por lo que tuviste que pasar... De verdad quiero estar junto a ella y quiero ayudar pero mi mamá no me dejaba -dijo Nunew.

— No te preocupes amor, entiendo que ella solo quiere cuidarte.

Nunew asintió y sonrió. La imagen que tenía frente a él era hermosa, su esposo estaba sosteniendo una pequeña pacha alimentado a su hija mientras le cantaba una canción de cuna. El menor no pudo evitar a unirse a cantarle y cuando Zonzon escuchó ambas voces suaves sonrió estirando sus manitas para alcanzar a Nunew.

— ¿Quieres cargarla? - preguntó Zee.

— Sí, sí.

— Aquí tienes -dijo mientras se la entregaba y colocaba una toalla en el hombro de Nunew- no olvides darle palmaditas para que saque el aire.

— ¿Ahora incluso me das órdenes? - bromeó.

— Es recomendación en base a experiencia.