Solo quería sobrevivir, solo quería conseguir un 100% y volver a su vida normal.
Pero no pudo.
Solo murió...
Murió 1 vez... murió 2 veces... murió 3 veces... murió 5 veces... murió 10 veces... murió 15 veces... murió...
Murió muchas veces.
Tantas ve...
Los gemelos se sentaron en la cama al oír a su madre.
Una serie de gritos y pasos apresurados resonaron por los pasillos, eso los asustó.
Argen fue el primero en moverse, le sujeto la mano a Ariane y ambos bajaron de la cama.
Corrieron hacia una pintura que había estado desde el inicio en el castillo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
"Lurahel está por llegar, Argen y Ariane deben darse prisa, está borracha nuevamente." Les aviso Penélope a los gemelos mientras caminaba detrás de la mujer.
"¡Sí mamá!" Pensaron ambos niños mientras se escondían.
—¿¡Dónde están!?—grito Lurahel mientras caminaba por el pasillo, detrás de ella no solo estaba Penélope si no que también otras sirvientas.
—¡Lurahel!—le llamo Penélope mientras lograba ponerse adelante de ella.
—¿¡Tú otra vez!?—gritó la mujer mientras la veía fijamente.
"Ella apesta a alcohol ¿Cuánto tomó está vez?" Pensó Penélope mientras la observaba.
El rostro de Lurahel estaba sonrojado y era incapaz de caminar derecho, la verdad es que se había estado apoyando de las paredes mientras avanzaba.
El olor a alcohol era extremadamente fuerte y molesto.
—¡Vete de aquí!—dijo molesta mientras trataba de avanzar.
Penélope se quedó quieta, frenando su avance.
"Tengo que darles más tiempo, tengo que darles más tiempo para esconderse de ella de lo contrario saldrán lastimados." Pensó Penélope mientras veía como Lurahel le gritaba que se fuera.
—Malditos mocosos.—dijo Lurahel molesta mientras daba unos pasos temblorosos.
—Lurahel vete a tu cuarto.—dijo Penélope sin dudar.
De todo el personal que había en el castillo Penélope era la única que la llamaba por su nombre a la cara.
El resto solía hablar de Lurahel entre susurros y murmullos pero cuando tenían que hablarle de frente solían llamarla "Lady Lurahel" a pesar de que Penélope sabía mejor que nadie que no merecía ese título.
Ella también era la única que se preocupaba por los gemelos, las demás sirvientas preferían dejar a Lurahel con los niños antes que hacerse cargo de ellos.
—Tú.—djo Lurahel molesta mientras la señalaba.—¿,Por qué no te has ido? ¡Te despedí hace años! ¿¡Por qué siempre vuelves!?
