Ahora lo comprendía todo, Drake era ''lo mismo'' que Athan.
-No, si yo salgo a hablar, tú saldrás y te alejarás hasta que termine.-Le dejé claro a Drake.
Se quejó en voz baja y salió de la cabaña, seguidamente salimos Athan y yo.
La noche se había apoderado del bosque, la luna daba paso a distinguir las siluetas de los árboles y a algún pájaro que decidía viajar.
-Creía que estabas muerto.-Le dije dándome la vuelta para quedar enfrente suyo.
-Creía que no intentarías matarme.-Dijo suspirando fuertemente.
Lo miré interrogante, no me había dicho nada relacionado respecto a que no estaba muerto.
-Ellos me salvaron.-Dijo finalmente.
-No entiendo por qué hacen esas cosas, por qué te salvan si te querían muerto, por qué me dejan viva para luego perseguirme, por qué dejaron libre a...-Decidí quedarme callada, probablemente Coran no quisiese que hablase del tema.
-A mí también me extraña, yo tampoco lo entiendo, no se realmente que pasa, pero se que lo averiguaremos.
-Lo siento.
-No pasa nada, te devolvieron a tu hermana.
-Sí.-Dije sonriendo.
**
-Nosotros dormiremos fuera, no queremos molestar.-Dijo Athan.
-Si no hubieseis querido molestar no hubieseis venido.-Dijo Coran aparentemente malhumorado.
Los vampiros salieron y él solamente me miró con desaprobación.
-Esto saldrá mal, lo presiento.-Dijo.
-Es un buen chico, no deberías desconfiar de él.-Le contestó mi hermana.
Me desperté temprano, sería alrededor de las seis de la mañana, no me interesaba comprobarlo. Dafne seguía durmiendo y Coran... Coran no estaba.
Salí de la cabaña y caminé hasta el río más cercano abriéndome camino entre los árboles, hojas marrones y amarillas cubrían el suelo, el otoño se había hecho notar.
Allí estaba, lo había visto venir varias veces desde que nos conocimos, estaba sentado contemplando el agua. Me senté a su lado.
-No son humanos, no podemos confiar en ellos Gaea, compréndelo, dime que lo entiendes, por favor.
-Lo conozco, sé que puedo confiar en él.
-¿Y su amigo?
-No confío en él, pero él sí y eso me basta.
Puso por primera vez sus ojos en mí desde que me senté, lo miré.
-¿Lo amas?
-Sí.-Volvió a mirar al frente, al río, al agua.
Se levantó y me ofreció su mano para levantarme.
-¿Cuál es tu plan?-Me preguntó.
Dudé, ¿realmente tenía un plan?¿realmente sabía que hacer? No, claro que no.
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Te echaré de menos.
RomanceY apareció de la nada, así como solía hacer cuando desaparecía... Empezó a acercarse, me miraba con sus enormes ojos castaños, esos ojos que adoraba tanto, esos ojos que conquistarían a quien se le propusiera ¿Cómo en tan poco tiempo me había enamor...