Conozcamonos // Venezuela x Siria

Parte 2

Se encontraba en la mansión del Ruso, nuevamente había un compartir pero está vez no solo con el clan, si no, también con los demás países, servía para hacer negocios o fortalecer más la amistad entre países, Siria llegó a la mitad de la hora acordada, no había apuro, de todas maneras era una especie de fiesta, saludo a unos cuantos países, venía con su ropa tradicional y su turbante, no era necesario ser tan formal, pero el guiso ir así (aunque siempre estaba así), todo iba bien, había visto unos cuantos latinos y éstos lo saludaron, nada del otro mundo, hasta que vio aquel hombre que robaba su aliento por las noches, entrando a la sala junto a su hermano, como siempre, llegando tarde, las mejillas de Siria se pusieron rojas después de tanto que no veía a Venezuela y ahora que lo ve, no puede evitar sentir su cuerpo caliente, estaba odiándose, no puede creer que con solo ver al latino se colocará como todo un necesitado

— ¡Siria! Oye ¿me estás escuchando?

Las palabras de Egipto lo sacaron de su mente, volvió a ver a su hermano que tenía una expresión de confusión, el venezolano no lo a visto y eso le hace sentirse más "tranquilo"

— Lo-lo siento... sigue hablándome

—Egipto miró a la dirección donde veía su hermano viendo un grupo pequeño de latinos— ¿Estabas viendo a los latinos? 

—Siria se tensó y tosió leve— N-no, estaba pensando en una cosa de mi territorio... por eso me quedé lejos —explicó, Egipto asintió aunque no muy convencido

— Vaya~ que sorpresa, los hermanos del alma

Ambos miraron a la dirección de aquella voz y para su "sorpresa" era Arabia Saudita con su típica sonrisa de Playboy, Siria rodó los ojos y todo su nerviosismo se fue al carajo, apareciendo la sensación de estrés y pereza, ya que eso le causaba el árabe

Venezuela había llegado con Cuba a la fiesta, venían juntos de América, además de que Nicaragua y Argentina lo habían dejado por andar tarde, así que tuvieron que irse solos como el viento, no se podían dar el lujo de faltar, no querían tener a Rusia enterrándole balas a lo demonio; durante el viaje Cuba vio a su hermano más ansioso de lo que siempre estaba, ya había notado que el latino había cambiado de alguna manera y le daba mucha curiosidad

Luego de tanto insistir y prácticamente tirar a Venezuela del avión para que le contara, éste le confesó la atracción que sentía por el árabe, la mandíbula del cubano cayó al suelo en shock ¿su hermano estaba interesado del árabe? ¿Cómo coño Venezuela siendo una persona quisquilloso, que siempre decía que quería una pareja que sea tan demostrativo, amoroso, y de buen humor, ahora está interesado en alguien totalmente opuesto? Que crazy era todo para el antillano; claramente lo regañó, incluso en la fiesta, reprendiéndole e intentando que reaccione, aunque era imposible

— ¿¡Puedes parar ya!? Vas hacer que los chicos sospechen —bufo Venezuela ya cansado

— Pues sería bueno que se enteren, así quizás te hagan reaccionar

— Cuba...

— ¡Es que por Dios Venezuela! Oh como dice Siria ¡por Allah! —rió y Venezuela rodó los ojos—, no puedes fijarte en alguien como Siria

— ¿Por qué?

— ¿Cómo que por qué? ¡Es Siria! Un hombre maniático y amargado ¿no querías a alguien sensible?

— Siria es sensible

— Será sensible en los sonidos de la bombas que explota —Venezuela tomó su camisa apretando con enojo—, es que... eres loco mi negro ¿Cómo te atreves?

— ¡Bueno! ¡Yo que sepa soy el mayor de todos ustedes! Así que no me puedes venir a decir que hacer y que no hacer

— Soy tu hermano, quiero lo mejor de ti