Natasha y Amaia VII

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Nat no llega a una cena con su hija.

(Letras en cursiva están en español, negritas son mensajes, [palabras entre corchetes es la traducción] y

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(Letras en cursiva están en español, negritas son mensajes, [palabras entre corchetes es la traducción] y

Palabras a la derecha son voces o sueños)

Spoiler: Sí ("The Red Shadow: The experiment" Capítulo 14 )

Escena: Parte de la historia 


Amaia jugueteó con su comida, esperando con un plato frente a ella la llegada de su madre. El plato de Natasha estaba lleno, igual que el de la chica, esto con unas recetas encontradas por Amaia unos días antes.

Natasha le había prometido a su hija que llegaría para la cena, ya que Bucky se encontraba en misión y no podría acompañarla. Desde su llegada de vuelta a su tiempo Natasha retomó su puesto en los Vengadores y el gobierno, por ende, tenía más trabajo de lo usual y no podía pasar mucho tiempo con Amaia. Esto frustrandole. Realizó aquel sacrificio y cuidó de no afectar la línea temporal para asegurarse de regresar con su pequeña y convivir todos aquellos años perdidos. Pero Ross no parecía estar de acuerdo.

Amaia suspiró cuando ya había pasado alrededor de una hora en espera. Comió su cena que ya se había enfriado, lavó los trastes y colocó un plato hondo sobre la comida de su madre metiéndolo al microondas. Escribió una pequeña nota y la pegó en el aparato, para luego apagar las luces y caminar a su cuarto.

Se acostó sintiendo un leve enojo crecer en su pecho y se acurrucó en las almohadas que la rodeaban.

Tuvo un breve enfado hacia su madre, ya que no cumplió su promesa, pero la entendía, no era su culpa el hecho de que Ross le entregara papeles tras papeles para llenar y no la dejara salir hasta tarde. Le había ocurrido un par de veces a ella también, por lo que el sentimiento se aminoró.

Cayó rendida con aquellos pensamientos rondando su mente.

Mientras tanto, Natasha conducía con prisa de camino hacia el conjunto de departamentos. Al dar la vuelta en la esquina, se inclinó levemente hacia el frente buscando la ventana que daba hacia el departamento, descubriendo que las luces estaban apagadas.

-Mierda- bufó echandose rápidamente para atrás, sintiendo una presión en su pecho.

Estacionó el coche y reposó su cabeza en el asiento mientras soltaba un suspiro y cerraba los ojos. No pudo cumplir su promesa y se odiaba por ello. Tomó sus cosas, sacó las llaves del departamento y salió del coche.

Al abrir la puerta del lugar dónde vivía, fue recibida inmediatamente por Nala, el canino de su hija, mientras movía la cola emocionada por recibirla. Natasha se agachó y la saludó acariciando su cabeza.

One-Shots: The Red ShadowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora