Él está parado en frente mío con esa sonrisa ingenua como si no lo hubiera planeado, como si no hubiera subido de todas formas, con la más tonta escusa "Ups". No sé porque se me ocurrió decirle que subiera, otra vez le dejo ver que me puede y que se sienta superior, que no puedo estar sin él, que no me resisto. Cosa que no es verdad, solo cometo errores a la hora de mandar mensajes, dejo que mi parte irracional mensajee con este ser.
—Entonces vete—sonrío falso y le indico la puerta. ¿Es pervertido decir que no quiero que se vaya?
—Bueno—se da la vuelta y camina despacio arrastrando los pies como un niño pequeño cuando no consigue algo. Se voltea y me mira.
—¿Qué esperas?—digo.
En un segundo tengo sus labios sobre los míos y sus manos en mi cintura. No sé en qué momento exactamente paso esto, pero me alegra que no se haya ido. Acaricio y estiro de su cabello, da pasos para adelante hasta que mi cuerpo toca la pared, su boca baja a besar mi mentón y de mi mentón hasta cerca de mis pechos sigo estirando su cabello mientras echo mi cabeza para atrás y cierro los ojos para pensar que hacer
¿Dejó que siga o lo detengo? Obvio que tengo que pararlo, hace minutos no quería salir de la cama por su culpa.
—Basta—digo y sube hasta mis labios de nuevo.—Verte así en toalla me provoca tanto, nena—dice cuando se aleja para mirarme a los ojos. Se siente incómodo escucharlo hablar así y más por hace muy poco éramos sólo amigos.
—Tienes que bajar, voy a cambiarme—digo saliendo de su alcance y buscando mi ropa interior. Hago de cuenta que nada paso para no sentirme más estúpida de lo que ya me sentía.
—¿Te puedo ayudar a elegir?—pregunta y se sienta en mi cama. Pongo los ojos en blanco y saco uno conjunto rojo y otro violeta.
—¿Cuál?—le pregunto, él mira ambos con atención.
—El violeta te pega genial—muerde su labio mirándome de arriba hacia abajo.
Asiento, me giro a buscar mi uniforme y camino hasta al baño.—Si no vas a irte es mejor que me cambie rápido. Él sonríe asintiendo y cierro la puerta.
¡Dios! Nunca en mi vida pensé que tendría una experiencia así a los dieciocho años, en realidad nunca pensé que tendría una experiencia en sí. Me pongo mi ropa interior, luego mi camisa blanca y la pollera, me peino frente al espejo y veo una marca en medio de ambos pechos ¡Voy a matarlo! ¿Cómo le explico a mi mamá después? Me prendo los botones que me faltan de la camisa para ocultar la marca. Salgo a mi habitación y no está, es aliviador, pero quería matarlo por la marca. Junto mis cosas y bajo.
—Era hora, bajita—dice Jeff.
—Si no fuera porque...—me hace seña con los ojos hacía un costado y cuando entro del todo a la cocina veo a Isaac sentado frente a él.
—¿Qué pasó?—pregunta Isaac comiendo un cake.
—Mi mamá llamó y me entretuve un rato—me siento al lado de Isaac—¿Compraste todo esto para mí?—digo mirando una caja de cake de diferentes sabores.
—Me dijiste que preparé el desayuno y sabes que no sé hacerlo—se disculpa con una sonrisa leve.—Esto es perfecto—agarro un cake y lo llevo a mi boca para darle un mordisco. Isaac se levanta a preparar mi café en la cafetera.
—¿Él ya estaba cuando bajaste?—susurro muy bajo.
—No, bajita—dice y agarra un cake—¿Te gusto?—pregunta e Isaac aparece de nuevo.
—No, como que le falta más azúcar ¿no lo crees?—él levanta la ceja.
—Lo mío no es lo dulce—dice y deja el cake en la mesa.
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¡Prohibido Enamorarse! (SOLO EN DREAME)
Teen FictionMía Thompson y Jeff Lenin son totalmente diferentes; jamás están de acuerdo en nada, un día pueden ser grandes amigos y al otro los peores enemigos, pero la atracción que sus cuerpos sienten el uno por el otro hará que estos dos joven entren en un j...