Prólogo

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En la Edad Moderna, había un pequeño pueblo, no era muy conocido en ese entonces pero se destacaba por los habitantes pacíficos que lo habitaban. En ese mismo pueblo se conocía una pareja de casados, que al no tener una vida llena de lujos nunca les falto comida en la mesa. Todos en el pueblo los conocían por su gran bondad y dedicación hacía el trabajo de los cultivos y demás, eso llevo que todos los pueblerinos los respetaran con devoción.

La joven pareja solo tenían una cosa en mente, un bebé. Ellos intentaban poder conseguir un hijo, pero los puros intentos siempre llegaban al fracaso, tanto que la pobre mujer cae en una depresión terrible. Ella entre lagrimas rezaba cada noche poder engendrar un bebé, sin importar el género de la criatura, solo quería poder formar una familia y darle ese amor maternal que siempre quiso.

Para suerte de ambos, sucedió un milagro. La mujer logro quedar embarazada, con una felicidad inexplicable, la joven pareja prometió darle protección y sobre todo amor al pequeño o pequeña integrante de la familia. Todo el pueblo felicito a la pareja por su esfuerzo de tener un bebé, ya que para ellos era muy sagrado tener herederos y más si eran niños.

Todo marchaba relativamente bien con los primeros meses de embarazo, pero había algo que preocupo a la mujer y era que apenas el bebé se movía dentro de su vientre. Incluso los dolores más comunes para una embarazada primeriza nunca sucedían, todo era en absoluta relajación. Y para cuando llego el día del parto la pareja temía que su bebé naciera muerto, pero sin duda lo más raro fue que la mujer nunca sintió alguna contracción para cuando comenzó el parto.

El parto fue totalmente tranquilo, el medico se impresiono la tranquilidad de la mujer al no escuchar ninguna queja o grito de parte de ella, la considero una mujer muy fuerte, pero ella no sentía nada, solo hizo fuerza para empujar hasta que tuvo a su bebé totalmente tranquilo.

Al principio se creyó que nació muerto pero solo estaba callada. Así es, nació una niña, tu, una bella y tranquila niña. Mientras una de las mujeres la preparaba para dársela a su madre, la pequeña miraba a su alrededor con tranquilidad. Nunca antes se vio a una bebé con esta reacción, mayormente siempre lloraban pero estaba callada para después cerrar sus ojos algo cansada.

Le entregaron a la mujer su bebé, ella la miraba con pura alegría y amor. La pequeña abre los ojos para mirar a su madre para después volver a cerrar los ojos mientras una pequeña sonrisa se formaba en sus pequeños labios. Esto conmovió mucho a la madre y mientras lagrimas salían de sus ojos, con una sonrisa deja un pequeño beso en su pequeñita frente.

Medico: ¿Ya tienen a algún nombre para su hija? - le pregunta a la joven pareja.

Estos se miran pensativos para después sonreírse entre ellos, vuelven su vista al medico y el hombre habla.

Sebastián: Así es - mira a su hija - (T/N) - toca con delicadeza su mejilla - mi angelical (T/N).


Mientras el tiempo pasaba, la pequeña niña crecía con total normalidad. Siempre fue una niña sana y feliz, pero había algo que a sus padres le preocupaba demasiado y eso era su forma de sanación.

Una vez la niña se había raspado la rodilla cuando jugaba con los otros niños, la madre preocupada busco algo para limpiar la herida. Pero cuando le paso un trapo húmedo para tratar de limpiar la suciedad, no había nada, no había herida alguna. Eso en verdad les preocupaba demasiado, ya que en ese tiempo los podrían acusar de brujería. Así que solo lo mantuvieron oculto por el bien de su hija, pero desgraciadamente no se pudo mantener por mucho tiempo el secreto.

Los ancianos al enterarse de su forma rápido de sanar, la arrogancia y el deseo de tener ese don en sus manos se apodero por completo de sus almas, al igual que los pueblerinos. Los padres desesperados intentaron proteger a su hija, pero no lo consiguieron y fueron ejecutados entre las llamas en frente de su hija de 10 años. También desgraciadamente la madre estaba embarazada de 5 meses.

La niña miraba con horror como quemaban a sus padres en la hoguera, eso era algo que un niño nunca debería ver. Solo quedaron cenizas cuando el fuego se apago. Los ancianos le cortaron la palma de la mano, la sangre caía a una copa donde beberían para la vida eterna, pero solo recibieron la muerte.

La sangre de la niña se oscureció hasta que rebalso de la copa donde siguió saliendo más y más, para que después salieran unas manos largas que empezaron a agarrar a los pueblerinos y atravesaban sus pechos donde le sacaban el corazón en el proceso. Los ojos de la niña caían lagrimas de sangre, su mirada estaba en blanco y para cuando cobro la conciencia, se fue de allí sin mirar atrás.

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La verdad nunca escribí un prólogo tan largo :v

(834 Palabras)

❦𝕃𝕒 ℂ𝕦𝕣𝕒❦ [Pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora