24

569 80 38
                                    

Sus ojos. Su mirada. Sus labios. Su sonrisa. Ella.

Ruggero Pasquarelli.

Es hoy.

Hoy oficialmente nuestras familias van a dejar de querer saber si es niño o niña porque van a revelarnos ante todos que tendremos una nena.

Obviamente estoy emocionado. ¿Quién no lo estaría si sabe que va a conocer el sexo de su bebé?

Aún cuando ya sé que es una niña, me emociono porque estamos todos reunidos aquí. Inclusive mis amigos.

Karol se encuentra sentada en el jardín, con su teléfono en mano y luciendo como últimamente luce, inquieta.

Está pasando desde que regresamos de nuestro paseo de fin de semana. Le he preguntado una y otra vez qué sucede pero nunca responde.

Y es un poco confuso para mí.

Me acerco a ella, me siento a su lado y en silencio beso su hombro haciendo que me mire. Sonríe.

—Holis. —bloquea su teléfono para mirarme de frente.— ¿Listo para la travesía?

—Preocupado porque todo apunta a que va a terminar en caos. —bromeo volviendo a besar su hombro.— Que bonita te ves.

—Estar todos vestidos de blanco me genera un tic nervioso. —se ríe.— Mi amor, tengo sueño.

—¿Por qué no vas a dormir un poco, mi amor?

—Porque debería estar ayudando. —bosteza.— Es más, debería ir a...

—A dormir. —interrumpo poniéndome de pie.— Vamos, señorita. Tienes que dormir un poco.

—Pero no puedo. —lloriquea.

—Sí que puedes, prometo despertarte a tiempo.

Finalmente cede y le acompaño dentro de la casa de mis padres donde dejo que se acueste en el sillón y le cubro con una manta.

No paso por alto el pedir que hagan silencio cuando pasen por aquí.

Su siesta diaria del medio día no se puede aplazar por nada o se pondrá de mal humor.

Para las dos de la tarde, decido despertarla porque todo está listo y Agus por fin llegó de conseguir el antojo de Poppy porque después de su bromita, Maxi le tiene de esclavo.

Se toma su tiempo de peinarse y arreglarse antes de bajar de nuevo.

Saluda a todo el mundo aún luciendo adormilada y cuando por fin se sienta, extiende su mano hacia mí. Me siento a su lado y junto sus manos para besarlas.

Que hermosa se ve mi niña.

—¿Sigues teniendo sueño?

Asiente cerrando los ojos, me río moviéndome más cerca para que se apoye en mi pecho.

—¿Podemos comenzar?

Alessia se pone de pie luciendo tan entusiasmada como siempre, Karol se aleja de mí y mira a todo el mundo antes de decir;

—¿Lili no ha llegado?

Leonardo se incorpora de inmediato tan pronto mi novia ha terminado de mencionar el nombre. 

Poppy responde su pregunta diciéndole que se la encontraron en la entrada y que les dijo que llegaría pronto, solo tuvo una emergencia.

No sabía que se llevaba con Lili y que seguía hablando con ella.

2| ¿En esta vida sí? Más que palabras.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora