Ser la única hija de tres hermanos es estresante, desde muy chica mis padres se han empeñado en convertirme en una "señorita" para que pueda encontrar un buen esposo algún día, cosa con la que estoy en total desacuerdo, mientras mis dos hermanos podían disfrutar de su infancia yo ni siquiera podía jugar con ellos, según mi madre tenía que aprender a comportarme en sociedad, nunca entendí porque tanto drama si vivimos en un pequeño pueblo donde todos conocen a todos. Dos meses antes de cumplir los 18 años mis padres me dieron la típica charla de que ya estaba casi en edad de casarme, en la familia a sido una tradición que a pasado de generación en generación, en mi opinión es algo anticuado, no tengo pensado casarme con alguien a quien no amo, pero igual que siempre me ignoraron y siguieron con su historia, harta de escuchar lo mismo una y otra vez, les volví a dejar claro que no quería casarme, por lo visto creo que esperaban que después de tanto tiempo hubiera cambiado de idea ya que me mandaron a mi cuarto después de haberse enojado conmigo. Habían pasado varios días de esa discusión, decidí que tenía que pedirles una disculpa por haberlos hecho enojar, pero también tenía que hacer que me entendieran, así que sin más esa noche me acerque a su habitación para hablar con ellos, pero lo que escuche me detuvo de golpe frente a su puerta.
Padre:- Creo que por fin hemos encontrado al muchacho correcto para ser el esposo de nuestra hija.
Madre:- Se ve que es un muchacho simpático, sin olvidar que tiene mucho dinero y acepto casarse con Valentina solo con ver su foto.
Padre:- Y como no iba a aceptar, si nuestra muchacha es hermosa.
Madre:- Mañana los presentaremos y empezaremos con los preparativos de la boda.
Ya sabía que a mis padres no les importaba mi opinión pero no creí que llegarían a concretar un compromiso arreglado a mis espaldas, tenía que irme cuanto antes de la casa, no iba a permitir que arruinaran mi vida sin haberla disfrutado, fui corriendo a mi cuarto y empecé a hacer la maleta, saque todo el dinero que había ahorrado para una emergencia y lo lleve conmigo, pero no podía irme sin antes despedirme de mis hermanos así que fui a su habitación y cuando entre cerré la puerta lentamente para no llamar la atención de mis padres.
Valentina:- Ey chicos, he venido a despedirme, tengo que abandonar la casa.
Los dos parecían desconcertados por mi decisión de irme, Daniel el más chico fue el primero en hablar.
Daniel:- ¿Por qué te vas? O sea, sabemos que no te llevas bien con papá y mamá, pero no pensamos que sea para tanto hermanita.
Valentina:- Mamá y papá me ofrecieron en matrimonio con un total desconocido, los descubrí hablando de eso en su habitación, mañana nos van a presentar para iniciar con los planes de la boda, debo irme hoy o nunca seré libre, los voy a extrañar.
Los abrace fuerte a los dos antes de irme, pero la voz de mi otro hermano me detuvo.
Carlos:- ¡Espera hermana! Iremos contigo.
Daniel:- Es una gran idea, así no estarás sola.
Valentina:- No pueden venir conmigo.
Carlos:- ¿Por qué no?
Valentina:- Porque aquí tienen su escuela, sus amigos, su vida y yo jamás podría quitarles eso.
Carlos:- Tú nos has cuidado más que papá y mamá juntos en todos estos años, estaremos mejor contigo que aquí con ellos.
Valentina:- No lo creo, no puedo prometerles que encontraré un trabajo que me pague bien en tan poco tiempo y mucho menos que pueda enviarlos a la escuela.
Carlos:- Una vez nos dijiste que la familia se mantiene unida a pesar de todo y tú eres nuestra familia, así que no te vamos a dejar sola. Daniel saca las mochilas y empecemos a empacar antes de que nos descubran.
Daniel:- ¡Si! Tranquila hermana, nosotros tenemos unos ahorros, podremos conseguir al menos donde quedarnos por un tiempo y luego buscaremos trabajo, lo haremos juntos como una familia, porque eso es lo que somos.
Carlos:- Todo listo vámonos, si nos damos prisa podremos salir por la puerta de atrás sin que nos vean, es la hora en que ellos se ponen a ver la televisión.
Valentina:- Si vamos, solo dejaré esto aquí y me llevaré esto.
Dije dejando una nota encima de la mesa de noche de mis hermanos y agarrando una foto familiar que tenían sobre ella. Con esto salimos por la puerta trasera rumbo a la calle principal, donde un camionero muy amable se ofreció a llevarnos a la ciudad donde iniciaríamos nuestra nueva vida New York.

ESTÁS LEYENDO
La Alfa y el Gánster
Подростковая литератураValentina es una chica que vive en un pequeño pueblo con sus padres y sus dos hermanos, es la hija mayor y por ende el orgullo de su padre, ella está a punto de cumplir los 18 años y según la tradición familiar debe casarse, sus padres han arreglado...