Well, you done done me in, you bet I felt it I tried to be chill, but you're so hot that I melted I fell right through the cracks Now I'm trying to get back Before the cool done run out I'll be giving it my bestest
Una dulce melodía sonaba por la aterraza de la escuela, era mi canción favorita, "I'm Yours".
Quería saber quién era el dueño de esa melodiosa voz.
¿Acaso era un ángel el que estaba cantando?
Era tan preciosa, seguro que no estaba tan fuera de la realidad el pensar que era un ser divino de donde provenía.
La voz era de un hombre, no era tan masculina, pero se distinguía bien que provenía de un chico.
Cerré mis ojos e intentaba imaginar su aspecto, pero sinceramente prefería verlo con mis propios ojos.
Me levante rápido para alcanzar a admirarlo, no podía esperar más.
Corrí siguiendo su angelical voz, haciéndome en mi cabeza un escenario de drama romántico.
Lamentablemente no lo alcance, a medio camino cesó su canto, y cuando llegue ya no había nadie.
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- Estoy seguro de que era real, no lo imaginé, Felix, Minho, tiene que ayudarme a encontrarlo. - Insistí, ya que después de contarles lo sucedido a mi par de amigos se limitaron a burlarse, de lo que al menos para mí, fue la desgracia semanal.
El castaño se paro delante de mí deteniendo mí paso. - Te ayudaría, pero la única manera de encontrarlo es pidiendole a cada chico de la escuela que cante. - Dijo con un tono burlesco que a mi ya me estaba molestando.
- A menos que por algún milagro lo encuentres cantando todos los días en la aterraza. Digo no sería imposible, pero, ¿qué probabilidad existe de que así sea? - Felix, tenía razón, ¿existiría posibilidad alguna? ¿solo fue cosa de un día?
Solo seguí mi rumbo en silencio, ya que en mi cabeza solo había una sola cosa, esa voz...
Las horas transcurrian, mi mente seguía ocupada. Me estaba matando la curiosidad. No podía pensar en nada más.
Durante las clases estuve muy distraído, inclusive me llamaron la atención varias veces en clase.
Ya en casa durante la cena mis hermanos y padres también lo notaron, hicieron un par de preguntas pero me límite a contestar que era por el estrés de las clases y tareas.
¿Qué me estaba pasando?
Recostado sobre mi cama, mirando al techo, abrumado y confundido, ya que nunca sentí nada como esto. En mis 17 años de vida, jamás, y por ningun motivo, había desarrollado sentimientos de esta extraño manera.
- Chan, ¿Te encuentras bien?- Dijo mi madre después de golpear mi puerta repetidas veces. - Te noté muy extraño hoy, ¿sucede algo?, sabes que siempre podrás contar conmigo para conversar.
No quería pararme a abrir así que desde mi cama le contesté. -No sucede nada, solo, y como ya dije es por todas las tareas que tengo y eso, no te preocupes.
El resto de la noche estuve dormitando, pero sin poder conciliar bien el sueño. Era como si fuera aquel canto un hechizo, como el de las sirenas, el canto que lleva a los marinos a su perdición. Y sin duda eso era.
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Esta historia la escribí hace años, solo le hice un par de mejoras pero no lo analice por completo, seguro tiene faltas de ortografía y no es muy gramaticalmente atractiva.
