Y se acostó pensando en esa conexión de miradas y en lo extraño del comportamiento presenciado de Merlon. La primera, porque sentía que esa conexión ya la sentía de antes, y sentía que también que había crecido un aura de complicidad y (des)confianza entre ambos, un ambiente y un idioma que los dos podían compartir y entenderse mutuamente y (aparente) calma. Sin embargo ese mismo día también había crecido una gran línea de aprensión entre el anciano y él. Y es que Samuel sentía que él era tan antiguo como Karmaland o como los mismísimos dioses y se aterraba sentirlo por temor a la represalias de las deidades Karmalienses, sin embargo no sentía lo mismo con Merlón, no podía asegurar que el señor llevase tanto tiempo como Karmaland o como los dioses.
Con una tormenta de pensamientos, al final decidió salir de casa, equipándose con su espada de hierro, su mochila con las herramientas por si son necesarias y comida y con armadura por lo hostil y peligroso de las horas a las que salía. Y emprendió el camino hacia la casa del viejo. Dispuesto a resolver sus dudas.
Este karmaland no le disgustaba, es más, sentía que era el más bonito de todos, todo estaba lleno de colores y miles de fragancias gracias a las flores y los arboles que eran constantemente talados y replantados. Los murciélagos eran enormes, casi del tamaño de un humano, pero igualmente fascinantes. Había monstruos que eran tan difíciles de matar que volvía la exploración todo un reto. Y como mencione, los retos y la supervivencia le encantaba y perdido en la belleza del entorno, comenzó a andar por los trigales de los cuales habían sido testigos de la desaparición de su amigo horas antes, y casi en un pestañeo, llegó a su destino.
Solo tres golpes secos en la puerta con los nudillos de las manos fueron necesarios para que un anciano Merlon le diera la invitación de entrar, ofreciéndole té y un sitio donde sentarse.
— Aventurero la noche es peligrosa, no debería estar aquí. — Comento con una voz ronca mientras le llevaba unos pastelitos.
— ¿Quién es realmente el peligroso Merlon? — El dueño de la barba blanca giró su cabeza algo confundido hacía su único invitado.
— Bueno, depende de a quién le preguntes, para mi ahora mismo el más peligroso es aquel que consigue que la contaminación y la corrupción entren en su ser , por lo tanto cualquier bicho nocturno cumple con estas características. ¿Para ti? —
— Cualquiera con minas y ganas de destrozar. — Dio un sorbo largo al té, quemándose ligeramente la lengua y emitiendo un pequeño gemido a modo de queja.
— ¡Más cuidado joven! — Dijo con aparente preocupación, pero ahí, en el brillo de sus ojos era donde terminaba su máscara de amabilidad y hospitalidad y residía un ser completamente despreciable.
— Voy a ser franco, ¿Cuántos Karmaland hay? —
— ¿Cómo que cuantos? Solo uno. — Eso no fue lo que nos dijo cuando estábamos en la dimensión de las almas. Solo asintió
— ¿Cuántas veces hemos intentado salvar Karmaland? —
— Dos — ¿La grieta que menciono y cual más?
— ¿Y cual es la amenaza de esta vez? —
— Los alienígenas, ¿no es obvio? —
— ¿Pretendes que te crea?¿Ha visto por su ventana los bichos que aparecen en la noche? No creo que los seres del espacio exterior sean la mayor amenaza. —
— Ahora mismo sí es esa jovenzuelo. — Encogió los hombros, comenzando a adoptar una actitud algo defensiva.
— Parece que nos conocemos desde hace mucho, seré franco. Todos parecen tener una máscara puesta y una venda en los ojos. Nadie cuestiona nada y parece que yo sea el único que tenga preguntas, todos parecen venerarte como a un dios, te tienen como un gobernador, pero no ostentas ningún titulo y prefieres pasar desapercibido como un ciudadano más. ¿Quién eres realmente Merlon? — Y con una mirada dura intento tirar de un hilo del que aun no encontraba el inicio.
— Vegetta, aun estas conmocionado por la reciente perdida de tu compañero, es normal que estés buscando explicaciones, pero a veces es mejor dejar las cosas a los mayores y pasar más desapercibido. — Sonrió algo incomodo frente a la confesión del mayor. — disfruta mientras puedas, no siempre vamos a estar con las personas que queremos de la misma manera. Hay muchos peligros en este lugar, muchas cosas que pueden tentar y poner a prueba a la persona, este Karmaland es peligroso en todos los aspectos. Disfruta ahora y deja de darle tantas vueltas. Aún eres joven, pero ya no tanto, estas a un paso de llegar a mi edad, de ser un viejo y luego te arrepentirás. ¡La calvicie y las canas no perdonan! — Y esa mascara de señor mayor amable y bondadoso, preocupado por el joven volvía a estar puesta.
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Huellas Nocturnas [PAUSADA]
FanfictionVegetta comienza a sentirse algo confuso, siente que todo lo que esta viviendo ya lo ha pasado antes. Sabe que no siempre ha sido igual todo, pero sí sabe que siempre ha conocido a Merlon pero nunca ha sabido porque y que Karmaland siempre ha sido K...