Soy Omega | NOMIN (ADAPTACION)

Cap. | 4

Cuando llegó a casa no se sorprendió que música sonara desde la cocina, pero si le sorprendía que su padre estuviera en casa.

— ¿Papá? — preguntó con el ceño fruncido mientras dejaba su mochila sobre el sillón de la sala en cuanto su padre dejaba de lado el periódico.

El Alfa lo miró con una sonrisa antes de aplaudir.

— Jaemin, hola. — fue su saludo.

— ¿Qué haces aquí tan temprano?

Pronto en la sala apareció su padre omega quien le entregó al alfa un plato de galletas y este tomó una casi al instante.

— Papi ¿por qué papá está aquí tan temprano? — generalmente su padre no estaba si no después de las ocho, eran las dos apenas.

Na Doyoung lo miro antes de negar despreocupado.

— Verás Jaeminie, a papá-

— ¡Me despidieron! — exclamó el Alfa sin dejar de comer su galleta mientras cruzaba sus piernas una sobre otra para tomar una pose de autoridad -como solía decir cada vez que se sentaba así- — por dos días.

Alzó una ceja. — ¿Te despidieron por dos días?

El asintió. — En efecto mi estimado.

Su mirada giró a su padre Omega buscando explicaciones y este tan solo negó nuevamente pero esta vez con una sonrisa.

— Le dieron dos días libres por el éxito del nuevo disco pero no le gustó nada alegando que lo estaban despidiendo.

— ¡Nos moriremos de hambre! — exclamó Lee Taeyong mientras terminaba su última galleta. — Jaemin ya no podré comprarte esa chaqueta que me mostraste en el centro comercial, desde hoy somos pobres.

— Ay ya, no seas exagerado.

Rodó los ojos antes de rodear el sillón y colocarse detrás de su padre dándole un suave beso en su mejilla, una costumbre que tomó desde los seis y que su padre no quería que abandonara. Sin embargo no pudo evitar morder su labio nervioso cuando su padre frunció el ceño y respiró profundo con los ojos cerrados antes de girar a verlo.

— Tienes tres segundos para ir directo al baño y ducharte, más vale que la casa se ahogue con tu olor después de eso Na Jaemin. — frunció sus labios en una mueca antes de asentir lento y dirigirse a las escaleras, no serviría de nada replicarle al Alfa, aún cuando su padre estuviera orgulloso de que demostrara ser fuerte clamando que ningún alfa podría controlarlo tampoco le gustaba que ocultara su olor diciendo que no tenía que ocultar o avergonzarse de quien era en realidad.

Un Omega.

Cuando se presentó como Omega a los doce años no tuvo problema con eso, para él estaba bien y no le interesaba mucho en realidad, a fin de cuentas él seguía siendo el mismo. Pero como todo, eso cambió, aquella idea de que ser Omega no era tan malo o algo fuera de la común quedó enterrada en uno de los tachos de basura de aquel callejón.

Desde entonces él aprendió todo lo que ahora sabe gracias a su padre Alfa y decidió... que ocultar su olor era lo que quería hacer por ahora, al menos hasta que llegara a la Universidad puesto que estaba consciente de que usar supresores toda su vida repercutiría en su salud.

Luego de terminar su ducha se paró frente al espejo del baño con la toalla enrollada en su cadera, su vista se concentró en su rostro e hizo una mueca. En el colegio decían que parecía un Alfa, intimidante lo llamaban. Él quería saber que de él era intimidante, porque él no veía nada, nada espectacular a decir verdad, siendo alguien misterioso y reservado llamaba la atención de todos y con los rumores de que era un Alfa esa atención crecía, pero... ¿qué pasaría si todos se enteran que es un omega? tal vez sería criticado o en el mejor de los casos ignorado.

Sus manos fueron a su vientre plano y suspiró cansado, hiciera lo que hiciera su cuerpo no colaboraba para tomar otra forma, aún con todo el ejercicio que hacía junto a su padre a duras penas sus brazos eran lo único que habían tomado algo de musculatura y tan solo por milagro.

Tratando de ignorar eso volvió a su habitación para cambiarse con algo más cómodo, no demoró mucho en esa actividad y pronto se sentó en la silla frente a su escritorio para empezar a hacer sus deberes pendientes. A su mente llegó entonces la melodía que había logrado escuchar antes de quedar dormido en la segunda hora y sin dudarlo empezó a tararear empezando así con sus tareas.

No está seguro de cuanto tiempo pasó pero al ver por su ventana supo que ya habían pasado algunas horas, el cielo ahora se pintaba de tonos naranjas y rosados y el sol era atrapado tratando de esconderse en el horizonte. Suspiró cansado y su mano derecha se posó en la parte baja de su cuello frotando levemente antes de desviar su mirada a su teléfono que sonaba levemente con el característico sonido de notificación.

Lo tomó sin muchas ganas descubriendo un mensaje de Jisung diciendo que había encontrado su vieja caja de albumes de sus antiguas bandas favoritas. Sonrió y mandó una respuesta rápida antes de que un audio llegara de parte de Zhong.

Lo reprodujo sin dudar y pronto una melodía que ya conocía sonó, frunció el ceño sin borrar su sonrisa porque aquella melodía era la misma que había escuchado esa mañana antes de caer dormido.

Nana♡
Dame el nombre, necesito buscarla.

Leleღ
Ahora tenemos los mismos gustos
musicales Uwu, esto es muy best friends
de nuestra parte :b
00:12 ▷ ━━━━━━

Nana ♡
Cuando te emocionas
tu voz es muy chillona.

Lele ღ
¡No es cierto!
Y la canción se llama i like you
the beast Unu

Nana ♡
Gracias delfin ;))

Dejó el celular de lado y buscó apresurado la canción en su laptop y cuando puso play a la canción su padre gritó desde la planta baja.

— ¡Baja a cenar, ciruelita! — su cabeza impactó contra la madera de su escritorio mientras gemía sofocado por la actitud del Alfa de la familia, incluso parecía un Omega en momentos así. — ¡Ahora o pondré picante en tu sopa! 

— ¡¡YA VOY!!

— ¿¡Y tú crees que yo dejaría que llenaras mi alacena con crema picante!? ¿¡te quieres morir!? — y por supuesto su padre Omega parecía más un Alfa, ¿de él habrá sacado su actitud?