Cap. | 19

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No sabe cuando pasó exactamente, lo había visto por primera vez en cuarto grado, el primer día. Lo habían cambiado de sección y ahora ahí se encontraba, del B pasó al A y de la nada sus ojos no se pudieron apartar de un chico de cabellos castaños y rizados, nariz perfilada con la punta rojiza por el frío clima y labios rojos cual caramelo de cereza.

Quedó hipnotizado desde el primer momento, era una sensación extraña, como si su mente se hubiera apagado y su cuerpo no pudiera moverse, mientras que lo único que quedaba en su campo de visión era ese chico callado en la fila del centro del salón.

Entonces la profesora lo llamó y le dijo que se presente.

Carraspeó para tratar de recobrar sus sentidos e inhaló hondo para calmarse, aunque en parte quería tratar de adivinar cuál de todas esas esencias en el aire era la que pertenecía a aquel castaño. No encontró ninguna que llamara tanto su atención, solo olores dulces y empalagosos junto a los cítricos y neutrales. — Hola, mi nombre es Lee Jeno — hizo una corta reverencia fijando su mirada al frente de toda la clase. —, espero llevar un buen año con todos ustedes.

Un conjunto de suspiros se escuchó de parte de un grupo de Omegas sentadas en la primera fila, los Alfas se burlaron de aquello cruzándose de brazos mientras otros solo lo ignoraban.

Jeno se aguantó un suspiro cansado, no por el claro interés que había despertado en algunos Omegas del salón o el pequeño odio que sentía de algunos Alfas ya le había pasado en su anterior salón, si no porque al fijar de nuevo su vista en el chico castaño descubrió que él estaba dormido, con un brazo tapando parte de su cara apoyado contra la ventana mientras soltaba pequeños bufidos entre sueños.

¿Si quiera había escuchado cuando se presentó?

— Bien, siéntete libre de elegir tu lugar— la profesora Nayeon le dió un apretón amistoso a lo que el asintió. —, okey como es el primer día de clases, ¿qué les parece si vemos una película para empezar el año? — todos gritaron un Sí en conjunto. — perfecto, iré a traer el proyector, Yuta acompáñame por favor.

Un joven Beta se levantó de su asiento para acompañar a la maestra, recibiendo en el camino algunas burlas de un grupo de chicos sentado detrás suyo. En cuanto alumno y profesora estuvieron fuera el bullicio empezó.

— Rayos, es tan guapo. ¿Debería invitarlo a salir?

Se sentó en la carpeta del fondo, desde ahí tenía una gran vista de todo el salón y también del chico dormido que era molestado por un pelo rubio de mejillas grandes y olor a claveles y ¿maracuyá?

— Nada de eso, yo lo invitaré a salir primero.

— ¿Y crees que te aceptará a tí? Por favor, no me hagas reír.

— No las aceptará a ninguna de las dos.

— ¿¡Por qué dices eso!? ¿Qué sabes tú?

— Sé que es uno de esos chicos callados que disfrutan el silencio, es bastante obvio, y lo que menos les gusta a chicos como él son chicas gritonas y pretenciosas.

— ¡No somos gritonas!

— ¿¡Se pueden callar un momento!? — Jeno observó atento al chico rubio que exclamaba molesto entre dientes mientras una de sus manos se posaba encima del rostro del castaño dormido, para que el sol no le diera en la cara. — ¡Discutan sus propuestas en el recreo, par de chillonas!

— ¿¡Quién te crees que eres para callarnos!?

— Soy el diablo así que cierren sus bocas o hablen más bajo porque si las escucho chillar otra vez les meteré la mano en la garganta y les arrancaré los silbatos que ahí tienen, ¿¡entendieron!?

Soy Omega | NOMIN (ADAPTACION)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora