NEFILIM

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(Hasta el momento, es uno de los 3 libros que mas eh disfrutado leyendo.)

- Cuando apenas se había alejado unos cinco pasos, se levantó y fue tras ella. Tenía la mirada clavada en su espalda, como si una soga invisible lo impulsara a seguirla. Daba igual a donde fuera, hacía donde se dirigiera, que planeara, como viviera: a partir de aquel momento la seguiría y jamás la dejaría escapar. 

- Le bastó una fracción de segundo para entrever los rincones más ocultos de su alma. 

- El se hechó a reír y a mí se me encendieron las mejillas.

- Era como si abriera unas alas por completo y me llevaran sin esfuerzo, de modo que ni una sola vez tuve miedo de caer. 

- Sólo una vez en toda su existencia había querido, entregado y perdido tanto. 

- Tal vez ella también fuera una bendición. Ojalá ella pudiera amarlo. Aún sabiendo la verdad sobre él.

- Al levantar la mirada vi que me observaba de esa manera que, sin ser desagradable, resultaba tan peculiar. 

- Estaba obsesionada con él, no podía apartarlo de mis pensamientos. 

- ¡No quiero verte de nuevo por aquí!", estaba segura que se burlaba de mí. 

- No me sentía especialmente guapa ni segura. Por experiencia sabía que la gente se fijaba en mujeres bonitas, no como yo. Sin embargo, no había  rastro de burla en su mirada, sino un afecto profundo y sincero. 

- Al cabo de un instante ya daba igual lo absurdas que sonaran sus palabras. Podría haberme dicho cualquier cosa y le habría creído. 

- Me estrechó entre sus brazos con más fuerza y dejé de temblar. 

- Contempló su imagen en el espejo y su aspecto le repugnó. 

- Cuando poso su mirada en mi, lo vi como ausente, como si despertara de un sueño tenebroso. 

- Cada día estaba más asustada. 

- Me han dicho que me estás buscando, y quería pedirte que lo dejaras. 

- Me había dicho que me quería, pero ahora veía claro que me había engañado. Yo no dudaba de mi amor por él, siempre lo iba a querer. 

- Había derramado tantas, tantísimas lágrimas por él los días, semanas y meses depués de que me dejara sin más. 

- ¿Cómo había podido vivir sin él?¿Cómo soportaba haberlo perdido?

- Ya no aguantaba su mirada ni un segundo más. Tampoco soportaba mi amargura, ni mucho menos la nostalgia, que no lograba erradicar la amargura: nostalgia de estar con él, de mirarle a los ojos, besarlo y abrazarlo.

- Me dirigí a la puerta con las rodillas temblorozas. Cuando por fin salí al aire libre, me quedé un momento quieta, casi esperando oír su voz pidiéndome que me quedara. Sin embargo, sólo escuché silencio. 

- Me pasé varias horas a oscuras, me prohibí pensar en él, pero no podía dejar de oír su voz. 

- Hacía años no oía aquella música, y en aquel momento esas notas evocaban todo un mundo. Aparecían imagenes ante mí que había enterrado entre lo más profundo de mi ser: cuando lo ví por primera vez. Recordé el insomnio, la felicidad, inquietud y desconcierto, el primer beso al amanecer, la única noche en sus brazos. Y volvieron a invadirme la insondable desesperación y el vació que sentí cuando desapareció sin más. 

- Ya no había dudas, ni preambulos ni esperanzas. Ahora todo sería blanco o negro.

- El dolor se extendía por su pecho, cuando él acariciaba su brazo con suavidad.

- Jmás se había dejado vencer por el dolor, y ahora tampoco lo haría. 

- Sólo podía... amarlo.

- Podía mirarlo a los ojos y creerme que el también me amaba.

- No había retirado la mano de su rostro, no podía dejar de acariciarlo y él no había hecho ademán de apartarse. 

- Cuando te conocí, lo que deseaba era estar contigo. Mis sentimientos eran reales... autenticos... profundos. Todo el tiempo lo han sido. Y siguen siendolo ahora. 

- Por supuesto que no voy a matarte. Sería impensable. Te quiero demasiado como para hacer algo así. 

- Cuando se vive en los extremos, uno siemprese balancea en el abismo más lejano del mundo. 

- Uno nunca está en el punto medio sencillamente para vivir... para amar... Pero sea fácil o no, yo te quiero, te amo. 

- Me había dejado decidir, y yo había decidido. 

- Yo comprendía que no siempre había resultado insoportable. Yo comprendía que no siempre había sido un monstruo, que su amor no era fingido, que era real. 

- Nadie ni nada podía arrebatarme esa felicidad: su amor incondicional, su firme voluntad de protegerme del mal, y la certeza de queabandonaría este mundo en paz con él, sabiendo que me amaba y amando yo también.  Ya no me asustaba tanto morir. 

- No podemos escoger de quién nacemos, pero podemos decidir quiénes somos. 

- Esas horas en que la noche se desvancece y el día comienza a despuntar, siempre habían sido especiales para mí. Los momentos más hermosos de mi vida se habían producido en esa franja del día.

- Reuniría algún dá fuerzas suficientes para levantarse.

- Lo habían perdonado, pero se sentía condenado. 

- Seguía con vida, pero no tenía ni idea de que hacer con ella. 



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